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Un mensajero de la vida

La muerte del fotógrafo Dith Pran, sobreviviente del genocidio camboyano y cuya experiencia fue relatada en la premiada película "The killing fields" ("Los gritos del silencio"), conmovió a mucho más que el ambiente periodístico. Dith, que luchaba contra un cáncer de páncreas desde enero, "era una persona muy especial. Nos están invadiendo mensajes de personas que estuvieron con él sólo una vez indicando que les dejó una profunda impresión. Y lo hacía, con todos", dijo su amigo Sydney Schanberg, quien como enviado del "New York

Times" cubrió junto a Pran -de 1972 a 1975- la guerra civil en Camboya. Dith se quedó en Camboya cuando los jmeres rojos conquistaron el poder. Los corresponsales extranjeros pudieron abandonar el país pero Dith fue enviado a los campos de trabajo forzado, que bautizó como "campos de la muerte", donde durante cuatro años sufrió el hambre y la tortura.

Unos dos millones de personas murieron por falta de comida y exceso de trabajo o a manos de los jmeres rojos, en su intento de forjar una utopía agraria radical.

En 1976 Dith logró escapar a Tailandia, donde Schanberg lo encontró (foto). "Pran era mi hermano", dijo Schanberg. "Ambos teníamos la misma misión: decirle al mundo lo que le pasaba al pueblo camboyano -en el caso de Pran, su pueblo-, y ésa fue la misión el resto de su vida". "Debo hablar por aquellos que no sobrevivieron y por aquellos que todavía sufren", dijo Pran una vez. "No me considero un político ni un héroe. Soy un mensajero. Si Camboya sobrevive, necesita muchas voces". (AFP/AR)



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