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“LA BÚSQUEDA DE IDEAS NUEVAS”

JEAN NOUVEL, el ganador del Nobel de Arquitectura

El francés Jean Nouvel recibió esta semana el premio Pritzker, el más prestigioso de la arquitectura mundial.
Nouvel, de 62 años, fue distinguido por el conjunto de su carrera, marcada por “su valiente búsqueda de nuevas ideas y su cuestionamiento de las normas aceptadas, a fin de superar los límites de su campo de actividad”, declaró Thomas Pritzker, presidente de la fundación Hyatt, que entrega el premio desde 1979.
El jurado de siete miembros, entre ellos arquitectos de renombre internacional, historiadores y universitarios, reconoció “la coherencia, la imaginación y sobre todo la insaciable necesidad de experimentaciones creativas” en la obra de Jean Nouvel. Dotado con 100.000 dólares y simbolizado por una medalla de bronce, este premio, que a veces se llama “el Nobel de Arquitectura”, será entregado el 2 de junio durante una ceremonia en la Biblioteca del Congreso en Washington.
La prensa especializada reaccionó de inmediato, rescatando de esta megaestrellas:
• Es famoso desde que firmara un edificio junto al Sena, que abre y cierra sus ventanas como los objetivos de las cámaras fotográficas (el Instituto del Mundo Árabe, 1989).
• Lleva recorrido un largo camino inventando tipologías, como las viviendas Nemausus en Nimes, o construyendo íconos como la Torre Agbar de Barcelona o la exquisita Fundación Cartier de París.
• ¿Por qué este premio ahora? Recordemos que él siempre era un eterno candidato que nunca lo ganaba. Nouvel entiende: “Cuando un arquitecto con ideas cumple 60 años llega su edad de oro. El jurado ha dicho que valoraba mi actitud: la búsqueda continua. Y yo me siento retratado. No soy capaz de destacar un edificio”.
• Para él, un edificio es como una ciudad. “No sabría decir si es mejor Venecia, París o Nueva York. De las ciudades me gustan sus diferencias, como de las personas. Las hay con defectos, claro, pero si te gustan, te gustan en conjunto. Mi trabajo es como una familia y una familia no es perfecta, nunca”.
• Hasta ahora lleva firmado casi 200 proyectos y sigue evolucionando porque, insiste, su único estilo es su actitud. “Cada proyecto es una aventura. Nunca sé si haré algo blanco o negro. Y esa incertidumbre me gusta”, asegura. Sin embargo, acostumbrados a sus negros metálicos es difícil creer que vaya a pasarse al blanco... “En el Museo Branly de París he usado mucho el color”, bromea. “Claro que he hecho edificios sin color, como la Fundación Cartier, pero allí juegan los reflejos que ceden el protagonismo al contexto”.
• ¿Qué busca Nouvel investigando con sus edificios? “Encontrar la pieza que le falta al puzzle. Mis edificios no quieren ser los más bonitos, quieren contribuir a formar el lugar más hermoso”. Le llama la “política de la situación”: los vecinos son importantes. “Se debe aprender a convivir con ellos aunque molesten. La arquitectura tiene que ser respetuosa con el contexto”.
• “Soy ambicioso, lo reconozco, pero uno debe serlo cuando construye. Un arquitecto debe trabajar a gusto. Y si me gustan las situaciones inesperadas debo aceptar los cambios que ofrece, o fuerza, la vida”.
• En el 2012 concluirá el Louvre de Abu Dabi. En este momento construye en tres continentes. Si ya era una estrella antes del premio, ¿cómo será ahora?. “Es importante que mis edificios sean más famosos que yo. Si soy famoso no debe ser por ser calvo sino porque he construido edificios que interesan a la gente y hacen preguntas. Quiero seguir investigando”.

Fuentes: AFP y diario “El País”

 



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