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"Una sociedad que clama por sabiduría"

Tomando como válida la alocución de Tomás Buch, de vasta trayectoria en la exposición de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva del Copade en esta ciudad, estamos lejos del temor de que China nunca más nos compre soja.

El problema con el campo se suscitó a raíz de una falta de previsión institucional. Si se hubiera hecho un desguace segmentado, firmando antes un convenio con productores menores, hoy no le estarían haciendo el aguante al agro-elite, ese pool inversor. Su reacción se debe a que le cortan su circuito financiero proyectado para bancos, gráfica, publicidad y tevé. Ahora los usan de apoyo y sostén, como el cuerpo de agro-infantería. Como les compran su producción los tienen de rehenes, al darles la siembra y cosecha de las miles de hectáreas que arriendan, aquí y fuera del país.

Éste sería el nuevo testamento que, en definitiva, debe proyectar el gobierno con ése y otros rubros aún sin convenios para evitar males futuros, ya que la compra de soja irá creciendo en la medida en que China acredite bienestar a un número proyectado, en razón de que si toda la población recibiera igual beneficio no alcanzaría la producción del mundo para abastecerlos, y manteniendo el estricto control de su natalidad.

Si aquí anexáramos el otro 20% de producción del que tenemos activo seríamos el reinado de Midas -términos mediante- fueron las conclusiones asimiladas.

Lo útil es dejar de sembrar ego y cosechar pequeñeces. La ausencia de calidad institucional entorpece el crecimiento de una sociedad que clama por sabiduría.

 

Carlos Héctor Donoso

DNI 6.911.061

Neuquén



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