A la comunidad quiero manifestar públicamente una situación que me ha ocurrido durante la noche del sábado y domingo 8 del corriente mes. Estando mi hijo menor de edad parado en la vereda de un local bailable, cuatro agentes ¿de seguridad?, si así se los puede llamar, lo introdujeron en el móvil policial y lo trasladaron supuestamente a la Unidad 14; casi de inmediato me avisó un conocido que a mi hijo se lo habían llevado preso. Acudo a la Unidad local preguntando por él y respondiéndome el personal de turno me dice: "No, no está detenido", desesperadamente busco por todos lados sin dar con el paradero. Alrededor de las 7 de la mañana del domingo lo encontré en casa de mi madre y me comentó lo sucedido, que paso a detallar:

Alrededor de las 5 de la madrugada, como mencioné anteriormente, cuatro agentes de seguridad introdujeron a mi hijo al patrullero, ante lo cual les preguntó: "¿Dónde me llevan, si yo no hice nada?", lo trasladaron a las inmediaciones de la laguna, aproximadamente a 6 kilómetros del pueblo, sobre Ruta 6, en el lugar lo bajaron y lo tiraron al suelo, maltratándolo con patadas y puntapiés por todo su cuerpo, diciéndole: "A vos te vamos a enseñar, pendejo mal enseñado". Luego de los malos tratos e insultos ellos se subieron al móvil policial, dejando a mi hijo en el lugar.

Al escuchar el relato, inmediatamente lo llevé al hospital local para una revisación médica, donde se constató una lesión en la rodilla y tobillo derecho, según la facultativa de guardia.

Luego de la revisación me dirigí a la Unidad para hablar con el oficial de turno, concurrí a la misma por varias veces hasta que logré dialogar a las 19 horas (quiero aclarar que fui muy bien atendido por el oficial).

Ahora me pregunto: ¿con qué seguridad contamos en nuestro pueblo? ¿Por qué algunos uniformados actúan con tanta cizaña? ¿Cuál será el rencor que tienen hacia los adolescentes?

Ha sucedido lo mismo con otros. ¿Acaso ellos no han vivido su adolescencia?

A veces suelo pensar que estas personas, todos los uniformados, deberían estudiar por lo menos tres años de carrera y con mucha psicología para poder entender los cambios sociales por los que atravesamos y que repercuten en nuestros adolescentes y no realizar una mera instrucción de 6 ó 12 meses e inmediatamente portar un arma de fuego.

Me parece que un uniforme debe llevarse con vocación y no como una mera salida laboral, con esto quiero decir que hay policías y policías, algunos todavía se pueden rescatar.

En el día de hoy realizo las denuncias correspondientes, ya que por lo menos a dos de ellos mi hijo los conoce.

Insto a todos los padres a que no se queden callados.

Jorge Horacio Orrego

DNI 21.287.574 - Jacobacci