Se cumplieron seis años del crimen de la docente de Centenario Susana Ruminot, 21 de junio de 2002. Seis años que una nena está sin su madre y que espera justicia, un vocablo tan vacío como el corazón de aquellos que tienen que administrarla. Impunidad, silencio igual a complicidad de jueces y fiscales. Un crimen que ha quedado en la impunidad hasta hoy. Jueces que se rasgan las vestiduras esgrimiendo la palabra justicia, que sólo ellos entienden. Yo como padre y la sociedad no la entendemos porque los crímenes no se esclarecen y los familiares deambulamos en espera de una justicia que cada día es más lejana.

Cuando los recuerdos y la memoria regresan siento un nudo en mi garganta y me dan ganas de gritar con rabia mi dolor, la impotencia de sentir que le han cercenado la vida a mi hija y siento que con ella han asesinado mis sueños y los de mi nieta.

En los juicios que tuvimos desgraciadamente nuestros testigos no fueron creíbles y las pruebas que se presentaron, según los jueces, la policía las había plantado. Eso es mentira y además, jamás jueces o fiscales intentaron encontrar la verdad. Y si para ellos no eran los asesinos ¿quiénes fueron? ¿O Susana se quitó la vida delante de su hija? La nena también mintió cuando a todo el mundo le dijo que uno de los asesinos tenía un pasamontaña que lo describió como un duende, que fue encontrado en la casa de Vega, junto a la pañoleta y el anillo que incluso salió en una foto en el momento que fue detenido. Es increíble que individuos con cerebro tan chico administren la Justicia. Antes Neuquén era confiable y hoy es tierra nueva yo diría, impune. Porque continuamos con la injusticia, impunidad e indiferencia hacia las víctimas que claman justicia y los familiares llorando nuestros muertos sin tener la paz de saber que los delincuentes paguen por sus crímenes y no caminen libremente por nuestras calles. Es más grave robar una gallina que quitarle la vida a una persona, vivimos en un al revés.

Los defensores apelan a la Constitución para proteger los delitos de sus defendidos ¿a nuestros muertos quién les dice sus derechos? que tienen derecho a la vida, que la Constitución los ampara y los protege y que ante la duda tienen el beneficio de seguir viviendo, como los delincuentes que son absueltos. Hipocresía, indiferencia, es la única realidad a la cual nos tenemos que enfrentar y convivir.

Sergio Ruminot DNI. 18.692.495 Centenario