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"Hecho contrario a los más elementales estándares ambientales"

Hoy por fin me decidí. Durante dos años pensé si valía la pena o no enviar esta carta a la luz de un hecho que podríamos definir como delictivo, por ser contrario a los más elementales estándares de manejo ambiental. Se trata del río Ñirihuau, que nace en las montañas y termina desembocando en el lago Nahuel Huapi.

Hace más de un año, los que vivimos en la localidad de Dina Huapi, vimos cómo se construía un barrio tipo residencial a un costado de la desembocadura del río y lindante con esta localidad. Todo por supuesto en tiempo maratónico. Y lo que siempre nos preguntábamos era ¿cómo van a hacer para parar el agua cuando en época de lluvia el río inunde toda esa zona? Desde siempre ese lugar fue zona de mallín, la construcción y el movimiento de tierras se realizaba en época estival, donde las lluvias son escasas así como también el caudal del río, pensaba ingenuamente en cómo iban a estafar a tanta gente, y en mi ingenuidad decía... por el estado de las cosas y el hecho de hacer un barrio privado, va a ser gente de dinero..., pero una vez más concluí en que las cosas que se hicieron y se hacen superar largamente los pensamientos.

Desde hace dos meses hay una enorme máquina instalada en el medio del río moviendo tierra del medio de la cuenca, creando islas donde naturalmente no las hay y removiendo todo el fondo, abriendo la desembocadura del río, drenando y profundizando la salida de las aguas a fin de que se produzca un efecto delta para parar la fuerza del río y sacar el exceso de agua con mayor rapidez.

Esto explicado así no sería un problema para un paraje que busca, en la tremenda suba de la oferta inmobiliaria, un recurso genuino de divisas, pero estamos hablando de un recurso hídrico que abastece a una población aguas arriba y que cuando los elementos que alimentan al río no están presentes en la época de verano, verán mermado (si no desaparecido) su recurso de agua para la vida de ellos y del ganado.

Ahora la cosa se complica, dado que se trata de un recurso hídrico que está en medio del parque nacional Nahuel Huapi, sumamente controlado por las autoridades ambientalistas de Nación (Parques), de la provincia (Dirección de Pesca) y por las de la localidad de Dina Huapi (comisión de fomento), cómo pudo ser posible esto si cuando uno ve a chicos pescando inocentemente con la famosa "latita" aparecen no se de dónde, camionetas del mencionado ente provincial y nacional efectuando controles de rigor a los niños (sí a los niños), inclusive acompañados por la autoridad competente (Policía).

Ahora mi ingenuidad puesta a prueba una vez más sugiere pensar que todos estos organismos han tomado debida nota de la o las empresas involucradas, denunciadas y puestas a disposición de las autoridades legales, dado que entre otras cosas, todo este movimiento lo han efectuado durante la época de desove de las truchas, perjudicando inclusive las puestas de este año y ni hablar del impacto ambiental (palabra muy de moda).

En fin creo que será una nota más de las que Ud. recibe, sigo pensando en que no sirve una carta donde las autoridades hacen la vista gorda de lo que es visible para todo el mundo.

En cuanto a los que vivimos en la localidad mencionada, creo justo decirles que lo que veníamos disfrutando desde siempre, o sea de las tardes de verano nadando en las aguas del río con nuestros pequeños y tomando el tan autóctono mate a la orilla de la desembocadura, se verá empañado porque ¡oh casualidad!, también han hecho un nuevo acceso y pasa por la entrada del barrio. No bien se vendan los terrenos cerrarán el acceso, dejándolo solamente para esos infortunados dueños que estarán siendo estafados con la adquisición de terrenos inundables.

¡Pedro ... siempre el mismo malpensado vos...!

 

Pedro G. Rearte, DU 14.214.128

pg_rearte@yahoo.com.ar

Dina Huapi



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