Hoy todo el mundo quiere ser veterano de guerra. El que estuvo en Tucumán en el año 1975, en el Beagle en 1978 y los que estuvieron movilizados en 1982 durante la Guerra de Malvinas. Pero la realidad indica que hoy solamente son veteranos de guerra los que estuvieron en Malvinas y dentro de las 200 millas.

El cuadro publicado por el diario "Río Negro" el día 14/06/08, muestra una cruel realidad: hay veteranos de guerra y abarcados por la ley; si bien los dos tenemos los mismos beneficios, la diferencia es enorme, los primeros sí estuvimos en las islas y los otros sólo las conocen por fotos y narran a la sociedad un cuento del cual no fueron protagonistas.

El título de excombatiente o veterano de Malvinas no lo da el haber sido movilizado a algún lugar de la Patagonia, anotarse como voluntario, haber salido a dar una vueltita en barco por el Mar Argentino y no llegar más allá de Camarones o expresar un sentimiento hacia las islas.

Todos los que quieren igualarse con los excombatientes sólo los moviliza una mera cuestión económica o poder seguir manteniendo la mentira de contarle al pueblo o a su propia familia que ellos estuvieron en ese conflicto.

Posiblemente estos muchachos no puedan imaginarse lo que realmente es una guerra, todo lo que implicó en la vida de un excombatiente, el antes y el después, los compañeros caídos en combate, el proceso de la desmalvinización, los suicidios, lo que significa volver a un país que lo recibe por la ventana y de noche, pero claro todo esto no lo saben simplemente porque no lo vivieron.

En estos momentos me viene a la memoria los tiempos en que no teníamos beneficios económicos, ¿cuántos éramos en los actos del 2 de abril o el 2 de mayo? Pocos, muy pocos, sólo los veteranos del lugar y sus familiares y tal vez algún ciudadano, ¡si hasta los funcionarios nos ignoraban!

Pero los verdaderos combatientes se organizaron, con el tiempo, constancia y trabajo los funcionarios hicieron eco de sus pedidos. Se lograron beneficios importantes, y hoy Neuquén cuenta con el cenotafio, tal vez después del cementerio de puerto Darwin, el más importante del país. Ahora la cosa cambió, al veterano se lo respeta, se lo escucha, se lo atiende. Ojalá que la Justicia Federal pueda esclarecer quién es y quién no es veterano, no teniendo que apelar a frases como "derecho adquirido" o tal vez la razón o la conciencia les permita decir "yo fui movilizado", "mi barco no estuvo" o "no sé dónde estuvo porque no conozco la carta de navegación" o que cada hombre que fue reclutado entienda qué es ser excombatiente, aunque sea por el respeto a los caídos en las islas y a los del crucero General Belgrano.

Y no sigamos ignorando la historia, demos una pensión a toda la Patagonia, al personal militar y ciudadanos civiles que hayan estado entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, porque ese es el criterio que quieren imponer los que hoy quieren ser excombatientes.

Juan Carlos Callegari, DNI 16.277.427

Excombatiente de Malvinas

jccallegari@yahoo.com.ar

Neuquén