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La realidad de esta acelerada modernidad hace que cada vez seamos más insensibles, injustos, egoístas y sin la humildad suficiente como para ser agradecidos y reconocer las conductas y acciones de alto valor ético y moral protagonizadas por nuestros semejantes.
Junto con la tristeza que me embargó la repentina y definitiva ausencia física de una apreciable persona, me causó un gran dolor observar la indiferencia que ante este infausto suceso exteriorizaron algunos sectores donde ella transcurrió gran parte de su vida laboral y que a su tiempo se vieron beneficiados por su capacidad y dedicación.
Concretamente en esta introducción me refiero a la señorita Antonieta Conti Miccio "Lina" que recientemente, en la plenitud de la vida, partió de este mundo derrotada por uno de los más crueles padecimientos.
Quienes la conocimos y tuvimos el privilegio de compartir por varias décadas parte de su vida laboral en la Policía del Neuquén, estamos profundamente conmovidos porque se ha ido un ser excepcional, íntegro y considerado, que se distinguió en el área de formación y capacitación, no sólo por sus virtudes, sino también por sus elevados conocimientos intelectuales y académicos, reafirmando siempre su convicción en los postulados y principios regentes de la institución, fundamentalmente los que hacen al decoro y a la dignidad.
Quienes fueron sus alumnos en los institutos policiales, como también aquellos que recibieron sus enseñanzas en los distintos claustros y colegios donde la profesora Conti Miccio se desempeñó, seguramente compartirán mis palabras y se sumarán, retrotrayéndose en el tiempo, para contemplar mejor ahora su imagen cálida, amable, madura y siempre dispuesta a ayudar, con perfiles de vida claros, que mucho enseñó, mucho aportó y mucho se le debe. Junto con este modesto adiós pretendo rendir un póstumo homenaje a quien fue una gran persona, elevando mi voz con profunda tristeza para agradecer al Altísimo el lugar especial que en su reino ha reservado para ella, y pedir que a sus seres queridos les dé la fortaleza suficiente para superar este doloroso trance.
Tomás Heger Wagner, DNI 7.687.223
Neuquén