Si bien no dejan de preocuparnos la prolongación y derivaciones del conflicto entre el gobierno central y el sector agropecuario argentino, hoy la Coalición Cívica de Neuquén quiere manifestar su inquietud y malestar por las metodologías aplicadas por nuestros gobernantes y la conducción del PJ para tratar de resolver a su favor esta compleja situación.

No son ni formas ni métodos los aplicados en los días últimos para reafirmar autoridad; son formas y métodos que desenmascaran una voluntad de buscar la hegemonía a cualquier precio, sin interesar los encuadramientos y límites legales.

Hoy, el gobierno y su organización partidaria de origen no buscan convencer con argumentos razonables y medidas adecuadas, sino vencer y destruir con la razón de la fuerza.

Si la sociedad calla y consiente por conveniencia, simpatías, comodidad o cualquier otro motivo, está abriendo las puertas para que en la Argentina se instale una metodología que poco o nada tiene que ver con las prácticas republicanas y democráticas a las que, por lo menos creemos, debemos adherir todos.

Es necesario que reafirmemos nuestro rechazo a toda medida de protesta que afecte derechos de terceros. Una vida democrática otorga herramientas suficientes para zanjar conflictos. Lo que se utilizó y toleró para una emergencia, no puede ser aceptado como rutina. Pero el concepto no debe ni puede tener validez selectiva.

Fue el propio gobierno el que reconoció el error de origen que disparó el conflicto, al modificar -aún en forma individual- el esquema de retenciones anunciado el 11 de marzo pasado.

Lo hizo 80 días después; muy tarde, pero no tanto si esa actitud hubiera sido acompañada por otros gestos orientados a reencontrar la tranquilidad y el respeto entre gobernantes y gobernados, dentro de las diferencias ideológicas o de intereses materiales existentes en todos los pueblos.

Se debe aprovechar esta situación especial para comprometer al sector productor en una propuesta Nacional Agropecuaria, con rango de política de Estado. No se pueden desaprovechar las condiciones favorables que ofrece el mundo ni las condiciones macroeconómicas y naturales que tiene la Argentina.

El gobierno ha repetido el comportamiento; negar una situación difícil hasta que se produce la crisis y luego exculparse por lo que sucede y cargar las responsabilidades sobre otros.

Ocurrió con la energía y con la inflación. No escuchó advertencias sobre lo que se venía porque según su criterio todo lo que suena diferente es golpista, desestabilizador, antinacional, conspirativo, etc. Pero ahora se producen restricciones para los consumos energéticos y la inflación se come día a día los ingresos de todos, pero con especial impacto en los de aquellos que el gobierno dice que son el centro de sus esfuerzos por mejorar la distribución de la riqueza.

El gobierno ha logrado transformar un problema sectorial, por diferencias en los porcentajes de retenciones y que por lo tanto se debería haber arreglado en una mesa de negociaciones bilateral, en un problema político general que afecta interna y externamente al país. Y este es el punto de preocupación generalizada porque el gobierno se ha desnudado.

Es en este punto en donde las organizaciones de todo tipo y extracción y los ciudadanos responsables en general no pueden dejar de tomar partido, pero sin arrimar nuevos elementos que profundicen la crisis sino haciendo aportes para que las partes vuelvan a encontrarse para discutir y zanjar las diferencias.

El ARI y la Coalición Cívica del Neuquén reclaman al gobierno que frene sus impulsos represores para acallar la protesta y se allane a buscar un acuerdo, y a los sectores agropecuarios que se esfuercen y sigan tocando puertas y timbres para lograr la rehabilitación de una mesa de discusión. Lo que está en juego es lo suficientemente importante y trascendente como para privilegiar cuestiones personales o sectoriales.

Ricardo Villar, DNI 8.377.070 . Diana Gery, Anai Guillen, Eduardo Arrausi. Siguen 18 firmas - Neuquén