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"No se puede decir adiós"

"Gallego", me parece verte frente a mí saboreando unos amargos y, flotando en mi oficina, mil anécdotas, hechos y aventuras en nuestros cincuenta años de sincera amistad.

Charlar con vos era un verdadero placer, ¡tu pequeño cuerpo albergaba un gigante! Radical desde Alem y yo, peronista desde mis 8 años. Sin embargo, me enorgullezco al recordar que jamás, pero nunca nunca tuvimos ni un sí ni un no, cosa rara entre dos argentinos, acostumbrados a posiciones irreconciliables... tal era tu cultura general, curtida por vivencias, desengaños, triunfos, alegrías y tristezas y ¿por qué no?

Crítico implacable, destructor de mitos, conocedor de personajes que hoy nos miran "por arriba del hombro", sabedor de miserias ideológicas, de trajeados panqueques, de sonrisas políticas prefabricadas... ¡qué grande sos, "Gallego"!

Hoy tus cenizas descansan en los parajes que tanto amaste. Pasaste por esta tierra de un modo que ojalá muchos imiten aunque, con absoluta seguridad, nunca podrán igualarte.

Eras de buena madera, eras mi amigo. Ésta no es una despedida sino un humilde homenaje, sintetizado en sólo cuatro palabras: "Fuiste una buena persona".

 

Carlos A. Balbiani,

DNI 7.560.123

Zapala



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