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"Algo grave está por suceder en el pueblo"

El 27 de mayo, con muchas ansias y expectativas quienes habitamos a orillas del río Negro esperamos ver a las 14 el programa "Estudio País", televisado por el canal estatal 7. Allí iban a mostrar en vivo nuestro pueblo, Maquinchao.

Desde el inicio del programa, el comentario de la "periodista", producto de los medios de comunicación de la era neoliberal -gente sin capacidad intelectual y de pensamientos cortos-, invitaba a los televidentes a ingresar en un pueblo habitado por sirio-libaneses.

"¿Qué pueblo será?", pensamos, porque en Maquinchao además de los habitantes originarios, que son la mayoría, hay una diversidad de pueblos y sus descendientes (mapuches, españoles, vascos, italianos y sirio-libaneses -que no participaron de este circo-; perdón si me olvido de alguno).

Nuestras raíces, nuestros orígenes, estuvieron en pausa durante dos horas.

Qué contradicción, apenas mostraron unos rostros de color tierra, unos ojos negros de miradas profundas y auténticas. Escuchamos a un "turco" hablando, pero no de su cultura, sino que el tema fue el "proyecto de odalisca", de una forma degradante hacia las mujeres, de una forma babosa, para ser más claros. Pensamos y nos preguntamos: "¿No es acaso el presidente del ente?".

Fue muy admirable el sacrificio de esta "mujer", bailar con el frío que hace en nuestro pueblo, pero no se habló de las diferentes situaciones -buenas y malas- del lugar. Entonces surge otra pregunta: ¿acaso la gente del campo no trabaja de sol a sol, con frío, con lluvia, con nieve y con calor? Debe ser que la diferencia radica en que el campesino no lo hace para ser televisado sino para sobrevivir.

Y además, ¡qué casualidad!, la suma de dinero que le colocaron a esta mujer -parte de la farsa-... ¿no es igual al valor del Plan Jefes y Jefas de Hogar? Seguramente los que tuvieron ese gesto no deben recibir esta dádiva del gobierno.

Nosotros resistimos, como lo hace la mayoría de nuestra gente. Nunca negamos la existencia de los "turcos"... ¿cómo hacerlo, si la mayoría de la gente autóctona ha sufrido el desalojo, el despojo y la expulsión de sus tierras (campos) por una minoría de "turcos"?

Otra escena para admirar: una mujer cocinando comida árabe -ajena al pueblo, al igual que la "odalisca"-... le podrían haber pedido a alguna mujer mapuche que la elaborara, ellas saben hacerlo no porque sea parte de su cultura sino porque lo aprendieron desde el lugar en el que el sistema las ubicó: el de "sirvientas".

¿Cómo no nos va a doler la sangre al ver y escuchar a un "turco" hablar de banalidades en el preciso momento en que nuestros productores -pequeños ganaderos y/o crianceros- viven una de las más angustiantes crisis a raíz de la sequía y del reiterado olvido del gobierno provincial y de los funcionarios locales?

El rol del presidente del Ente de Desarrollo es, precisamente, ocuparse de integrar a todos los habitantes de la región sin segregar y, además, reconocer el valor cultural de los pueblos originarios. ¡Cómo no nos dimos cuenta, si es un funcionario que pertenece a la misma línea ideológica que la "periodista" enviada por el programa!

Los que tenemos una identidad firme y profunda, como nuestras raíces, luchamos y podemos hacerlo porque tenemos libertad de pensamiento y porque no contrajimos compromisos con ningún partido político. Nuestra lucha comienza aquí, en la comarca, y se proyecta en nuestro pueblo, porque nos animan los mismos propósitos y la preocupación por una justicia para todos.

"...pero yo estoy aquí, soy como usted, no he desaparecido, yo soy reflejo vivo. Pero yo estoy aquí, jamás me fui y, aunque muy tarde sea, se irá buscando la verdad, para que nadie pierda la memoria, porque soy parte de esta historia".

 

Nora Rodríguez

DNI 20.343.710

Viedma



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