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"Estoy aprendiendo a ladrar" | ||
Escribo esta carta para solidarizarme con la mamá que reclama justicia. ¿Cómo no entenderla, si estoy viviendo lo mismo que ella? El padre de mis hijos se los llevó de su hogar en noviembre, y no sólo eso, sino que también desvalijó la casa llevándose hasta las cucharas y dejándome sin lo imprescindible para continuar la vida. Todo esto pasó mientras yo y otras dos personas estábamos en la Comisaría del Menor y la Mujer denunciando el hecho. Por supuesto que nadie llegó hasta el lugar, ni siquiera para interesarse en lo que estaba pasando; el tiempo que nos demoraron en la comisaría fue el mismo que él necesitó para hacer la "mudanza". Después de esto la jueza le dio la tenencia provisoria de mis hijos. Desde entonces volví a ver a mi niño más pequeño el 23 de diciembre y el 17 de febrero, para pasar a la amarga sorpresa de enterarme, cuando empezaron las clases, de se lo había llevado a otra ciudad arrancándolo de su familia, de su hogar, de sus amigos, de su entorno, de su escuela, ¡de todo! Desde entonces tengo que viajar a verlo unos pocos minutos en el establecimiento educativo. Aún no tengo un régimen de visitas. Como si todo esto fuera poco, tengo pedidos de exclusión de la casa. Si SS da lugar a este pedido me quedaré en la calle después de haber compartido casi 20 años con una persona que desconozco ante su crudeza e hipocresía. Esto seguirá pasando mientras nosotros lo permitamos; sólo pedimos que se respeten nuestros derechos y los de nuestros hijos. Justicia, despierta y míranos, somos mamás que con dolor parimos a nuestros hijos, pero ese dolor en nada se parece al de no tenerlos, disfrutarlos, acompañarlos, verlos... Quiero terminar esta carta con una de las tantas frases humillantes que mi ex pareja decía: "Y, ¿viste? La vida es así; el que tiene plata se compra un perro y el que no, tiene que aprender a ladrar". Estoy aprendiendo a hacerlo.
María Elena Orellana DNI 17.442.706 Zapala |
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