El 19 de mayo, la partida de nuestro hijo Ramón nos hizo conocer, así de golpe, la razón de la sinrazón, un dolor que invadió nuestro ser, un dolor que se siente pero que es imposible explicar.

En medio de esta infinita tristeza también sentimos el afecto que nuestro hijo generó en quienes lo conocieron. Sus hermanos, tíos, primos, compañeros de trabajo y amigos estuvieron allí, como siempre, con todo el cariño. Todos lo acompañaron hasta su último lugar aquí.

Sentimos con el corazón la necesidad de agradecerles el afecto que sentían por Ramón; él lo merecía, y ahora sabemos que ustedes lo merecían a él. Gracias a todos los que de una u otra forma compartieron afectuosamente su vida y a los que lo acompañaron hasta su último lugar por haber estado junto a nosotros en este dolor y por habernos manifestado cuán hermosa persona "es" nuestro hijo Ramón, "es" porque siempre estará en nosotros.

Amalia Ulrich, LC 3.941.696

Ramón Sánchez, LE 7.258.014

Roca