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"El tren para todos"

Soy amante del ferrocarril -mi abuelo le dedicó gran parte de su vida y se jubiló como jerárquico en la ex FA-.

Escribo para pedir que colaboren con el proyecto "Tren para todos" (www.trenparatodos.com.ar). Hace varios años escribí una nota para una importante revista nacional dedicada al automovilismo y los transportes. El artículo era sobre los trenes Alsthom TGV (en esa época, asociada a la General Electric Corp. de Estados Unidos).

Francia no es pionera absoluta de los trenes superveloces, porque encontrarán escrito que Japón lo fue en su uso comercial en la década del '60. Francia hizo los primeros ensayos con una locomotora modificada que destruyó todo el tendido eléctrico y cada metro de vía por el que circuló dicha máquina en la década del '50, pero no fue hasta la aparición del tren a turbina TGV 01 a principios de los '70 que logró ser el modelo a seguir en tecnología ferroviaria de alta velocidad. Está escrito en los anales ferroviarios que en Europa fueron los Sres. Goicoechea y Oriol (españoles ambos) los primeros en tener éxito en el campo de la velocidad con la creación del primer tren liviano articulado. De esa experiencia española se valieron los técnicos galos para llevar adelante su proyecto de tren liviano, articulado y con mayor capacidad que el español Talgo.

Hago referencia al Talgo porque de los actuales trenes de alta velocidad es el más práctico, adaptable y económico. Podría llegar a circular sin mayores inconvenientes en la Argentina en las redes de los ex ferrocarriles Roca, San Martín, Mitre y Urquiza; no se requiere más inversión que la de reparar todas las vías abandonadas. Este tren puede girar a 200 km/h en una curva sin desca

rrilar porque la genialidad española en ese tema es insuperable. El tren TGV francés (o Tave-Cobra) proyectado por el gobierno nacional requiere de una vía exclusiva en línea recta o con curvas muy amplias en radio de giro, por la que no podrán circular trenes de carga ni mixtos de pasajeros ¡jamás!

Amo los trenes veloces pero soy realista: nuestro país no puede, en lo inmediato, meterse en gastos exorbitantes. Los cambios deben ser profundos, pero por etapas y con una planificación en la que prime la conciencia sobre el "capricho". A Francia le llevó décadas de estudios y ensayos, fracasos y éxitos hacer realidad estos trenes. La empresa Alsthom sólo quiere hacer su negocio con un comprador papá Estado argentino que no evalúa cuáles son las necesidades inmediatas de su pueblo y sueña con tener un tren superveloz que no podrá pagar jamás y terminaremos nuevamente como país endeudado e incumplidor, cuando el pago de deuda externa no está resuelto aún (más allá de lo que digan los funcionarios oficialistas).

El INDEC debería evaluar si un ciudadano argentino de clase media puede pagar un pasaje en este tren bala argentino -proyecto Cobra-. Hasta ahora sólo podrán hacerlo los ejecutivos de multinacionales o funcionarios públicos -con fondos oficiales, ¡por supuesto!-.

Podremos tener algún día un tren como el TGV, pero antes que nada... ¡paciencia, por favor! Las decisiones políticas argentinas siempre fueron apresuradas y así estamos, con un país emparchado en donde decir que todo marcha sobre rieles es, lamentablemente, una falacia.

Apelo a vuestro corazón para hacer comprender a nuestros gobernantes que están equivocados y no se puede resolver nada sin palpar lo que expresa el electorado que los eligió de buena fe.

Lean el manifiesto de tren para todos y lo que propone. También tiene su peso constitucional peticionar ante las autoridades nacionales para frenar este proyecto Cobra y replantear las inversiones ferroviarias. ¡Una Nación sin trenes no tiene futuro!... el proyecto Cobra sólo contempla un tren y cuatro ciudades; el resto, ¡que se embrome y tome un ómnibus!-.

Mario R. Sosa

DNI 16.879.946

Viedma



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