El conflicto entre campo y gobierno se birló la realidad. Es como si una ventana de ésta la hubiera reemplazado. Da la impresión de que es lo único que sucede y el resto del devenir nacional quedó paralizado o congelado. Esta visión distorsionada (informar sólo una parte), parcial (hay buenos y malos) y sobredimensionada (se habla de crisis) de los hechos mucho tiene que ver con la desmesurada importancia que los medios le han dado al tema en noticieros y programas periodísticos, tratándolo hasta la saturación, convirtiendo en estrellas mediáticas a ignotos campesinos.

Surge entonces la incómoda pregunta: ¿qué enfoque tendría desde la prensa una situación similar pero protagonizada por otros sectores sociales: piqueteros, jubilados, docentes, etc.? No han sido para nada sutiles respecto de su posición cuyas connotaciones son llamativamente benévolas y comprensivas hacia los ruralistas, aunque estos llegaron al extremo de cortar rutas en más de 300 puntos del país durante casi dos meses y con ello provocar desabastecimiento de productos indispensables al resto de la sociedad.

Así potenciado este conflicto parece estar lejos de un final, lo que comenzó como un estornudo es ahora una tormenta artificial. Una de las maneras de contribuir a su resolución podría iniciarse desde los propios medios de difusión masiva, corriendo este escenario a un costado (lo está mereciendo) y mostrando otros acontecimientos que también existen y no son menos importantes.

Alcides R. Jacob, DNI 12.649.939 - Cipolletti