Que por falta de recursos 50.000 familias no tienen vivienda propia. También, por esa causa, no hay la suficiente infraestructura vial para evitar las tragedias de tránsito que tanto dolor traen. Por lo mismo, colapsa la educación y la salud pública, el despegue del postergado interior... en fin, el sueño de una sociedad realizada sin carencias ni excluidos.

Que por falta de trabajo es cada vez mayor la cantidad de familias desintegradas que hay. Proliferan las patotas callejeras, el hurto indiscriminado, la prostitución, la explotación infantil, la pobreza, la exclusión social, el clientelismo político y la desesperanza con su triste secuela de suicidios, alcoholismo, drogadicción y degradantes juegos de azar.

Que la ex estatal YPF por su condición de gran capital propio -exento de inversores- era la que con sobrada capacidad cubría esas necesidades generando pleno empleo en la población de desiertos, construcción de caminos, escuelas, hospitales, barrios. Capitalizaba la banca nacional. Garantizaba energía para todos. Incentivaba el campo, la industria y la investigación científica. Su ilegal privatización aniquiló ese potencial económico que sustentaba el desarrollo nacional.

Que por estar entregado ese tesoro natural a intereses apátridas la Argentina pierde $ 65.000 por minuto resignando cada vez más su soberanía política, independencia económica y la reivindicación social. Que esa infame traición que tanto mal le hizo y hace a la patria y al pueblo argentino contó con la abierta complicidad del Movimiento Popular Neuquino.

Que cuando se privatizó YPF el pueblo neuquino gracias a su sabia Constitución -que Sobisch y Quiroga intentaron alterar- tuvo la dorada oportunidad de contar con esos formidables recursos para emprender un crecimiento económico-social de considerable envergadura. Posibilidad impedida por una cerrada oposición del partido oficial con el pretexto de que la provincia no estaba en condiciones de explotar y comercializar sus hidrocarburos. Una bien renovada Hidenesa sin problemas lo hacía. Ahora, asociada con Ensi y Enarse mucho más lo puede hacer. Además, es lo que la ley manda.

Que en abierta rebelión a los artículos 10, 95, 96, 97 y 100 de la Constitución Provincial, y 29 de la Constitución Nacional, el Movimiento Popular Neuquino por unas míseras monedas anuales (regalías), desde entonces viene privando al pueblo neuquino de esa fabulosa riqueza que ilícitamente ha entregado a poderosos consorcios privados extranjeros.

Que debido a eso es doloroso e indignante ver cómo ante la vista de una legión de desocupados y excluidos sociales por las rutas neuquinas y pasos fronterizos, cada cinco minutos los camiones de las petroleras extranjeras se llevan $ 100.000 de combustibles y $ 30.000 de gas. A lo que se le debe sumar lo que se apropian por oleoductos y gasoductos subterráneos que aumentan varias veces ese valor. Si se toma en cuenta una vivienda digna cuesta $ 100.000, el MPN que en años no ha construido una, generosamente viene regalando un barrio de 300 casas ¡por día! Esa monumental obra ya habría solucionado la falta de viviendas, desempleo y hambre que padece el pueblo argentino.

Que es penoso y hasta ofensivo ver cómo el gobernador Sapag incumple su promesa electoral del "cambio positivo" ya que hasta el momento no ha cambiado nada. Solamente es una copia, mala por cierto, de sus mediocres antecesores. Apremiado por la grave falta de recursos y deudas que ha heredado del desgobierno anterior, pretende cubrirlas con prohibidas prórrogas al término de los contratos de petróleo y gas vigentes que regentean empresas privadas.

Que ante la gravedad de la situación es necesario que toda la población se movilice para impedir este renovado intento de continuar saqueando el patrimonio provincial.

Hugo César Navarro

DNI 7.946.311

Neuquén