El 26 de enero don Otto Max Neumann habría cumplido 110 años. Dado que a las personas se las conoce y recuerda por sus acciones, sus nietos y bisnietos queremos ofrecerle un emocionado homenaje y, a quienes no lo conocieron personalmente, una versión distinta de la que se publicó en este diario el 16 de diciembre de 2007.

La citada nota, que tenía el carácter de "investigación histórica", era acompañada por varias fotografías de una reunión de la colectividad alemana, familiares, vecinos y amigos del Alto Valle entre los que se encontraba don Otto. En varias de ellas se podían visualizar, demostrando la importancia de estos eventos, tres banderas bajo una galería. Dichas banderas eran la argentina, la alemana y una tercera con una cruz esvástica. Sin intentar hacer docencia histórica al respecto, debemos mencionar que la bandera alemana utilizada en aquella oportunidad fue la de colores rojo, blanco y negro -y no la actual de colores negro, rojo y amarillo oro que fue restituida al finalizar la Segunda Guerra Mundial y que había pertenecido a la República de Weimar-. En 1933 se declaró bandera oficial de Alemania la utilizada durante la época del Imperio Alemán de la Primera Guerra Mundial y poco tiempo después fue declarado obligatorio su uso junto con una bandera que contuviera la esvástica, siendo ambas y de manera conjunta la insignia oficial del Estado alemán. De modo que queda absolutamente claro que la utilización de estos símbolos no significa ni significó de manera alguna simpatía o afinidad ideológica con el gobierno alemán de la época.

Habiendo aclarado esto, comenzaremos narrando que don Otto, recién llegado a Neuquén desde Buenos Aires -donde aprendió los primeros pasos en las artes gráficas-, inició su actividad en el periodismo en 1930 editando el periódico "El Territorio", que había sido fundado por su amigo el docente y periodista Emilio Guiñazú, con quien compartió y de quien aprendió algunos "secretos" de la profesión. Sirvan estos datos para corregir la idea de que la Imprenta Neumann fue la primera instalada en la ciudad de Neuquén. El mérito en este caso se lo lleva la perteneciente a don José Edelman, donde se publicó a partir del 7 de diciembre de 1908 el semanario "Neuquén", dirigido por el talentoso Abel Chaneton.

En los talleres gráficos de la Imprenta Neumann, que funcionaron primero en un galpón de chapa lindero a la vivienda que alquilaba y luego en la Diagonal 25 de Mayo 118 (inmueble de su propiedad), nacieron numerosas publicaciones de interés social. Las más recordadas y que todavía son importante material de consulta para historiadores y alumnos son el libro "9 lustros" (1949) y el álbum conmemorativo "50 Años Neuquén" (1954), publicaciones que fueron auspiciadas por la Junta de Estudios Históricos de la Gobernación de Neuquén, de la que don Otto era miembro. Tanto su presidente, don Ángel Spinelli, como Carlos A. Contreras, Olimpia Parola de Krause, María D. Alaniz de López, Ileana Lascaray, Diego Manuel Flores y Ángel Edelman, también integrantes de la junta, así como don Arsenio B. Martín, singular personaje que participó en el acto de fundación de la capital neuquina en 1904, aportaron valioso material histórico para su elaboración.

"Opapa", como le decíamos en familia, era reconocido por su vasta cultura. Era traductor oficial de cinco idiomas (alemán, inglés, portugués, francés e italiano) y conocía muy bien otros tantos. Era muy habitual que quienes concurrieran a la imprenta y posteriormente a la Librería Neumann y Cía. recibieran improvisadas "lecciones" de astronomía, historia, geografía o física, que don Otto ofrecía con mucho humor y didáctica. Su capacidad pedagógica lo erigió en un verdadero maestro de la gráfica y muchos que posteriormente siguieron sus pasos en esa profesión fueron sus alumnos.

Tuvo una activa participación en la vida comunitaria de la ciudad. Fue uno de los cien vecinos que con su aporte económico y su participación en la asamblea popular del 17 de diciembre de 1933 fundaron la Cooperativa de Agua, Luz y Fuerza de Neuquén (actual CALF). Intervino también en la fundación del Centro Filatélico de Neuquén y Río Negro, en octubre de 1942. Con los Sres. Armando Vidal, Nicolás Iommi y Javier Salvadó donaron un cuarto de manzana ubicado en la esquina de Santa Fe y Rivadavia para la construcción del Palacio de Correos. Participó incansablemente en el Rotary Club de Neuquén, entidad cuya presidencia alcanzó.

Presidió la comisión que por encargo del gobernador Enrique Pilotto organizó los festejos populares con motivo de la inauguración del puente carretero el 20 de febrero de 1937. Fue fundador y líder, junto con sus amigos Moisés Rodríguez y el maestro Abelardo López, de la primera agrupación de boy scouts argentinos "Coronel Olascoaga", cuyos integrantes formaron la "Guardia de Honor" en aquella ceremonia. Una calle de Neuquén recuerda su nombre, y el sitio donde funcionó la Imprenta Neumann fue declarado patrimonio histórico de la ciudad.

Con mucha tristeza lo vimos partir para siempre en noviembre de 1963, tras haber trazado para su familia y amigos un valioso sendero de honradez y sabiduría.

P/sus nietos Oscar, Luis y Elina Argés Neumann y sus bisnietos Ricardo, Diego, Matías, Joaquín, Gonzalo, Magdalena y Andrés,

Oscar Argés Neumann,

LE 7.577.165

Neuquén