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"Los platos rotos de la organización escolar"

La relación entre el gremio docente y el Ministerio de Educación es como la de algunas familias: cuando el matrimonio se pelea, los que pagan los platos rotos son los hijos.

Ya ha sucedido con la implementación de la "transformación" del Nivel Medio, la que luego del cimbronazo producido por el conjunto docente terminó aplicándose en forma voluntaria en unos pocos colegios, castigándose con la cesantía a parte de los integrantes de la comisión 611 y la falta de capacitación en los colegios "rebeldes".

Hoy, el enfrentamiento marital se trasluce a través del descuento masivo de salarios por días de paro -realizados o no- al personal docente.

Como medida del plan de lucha, el gremio instruyó para que los directores de los establecimientos no informaran las ausencias por adhesión a paro. Con varios argumentos se instrumentó esta decisión gremial, tratando de justificar la no realización de esta tarea inherente a los directores. Una de esas dudosas formulaciones fue la de "razones de vacío legal" en cuanto a la metodología e instrumento para la información de esa "novedad" sobre el personal docente.

Amparados por la acción gremial -convencidos o presionados por el gremio- muchos directores no informaron las ausencias al lugar de trabajo por adhesión al paro durante las medidas de fuerza de los meses de marzo y abril del 2008.

Como era de esperar, el Ministerio de Educación respondió el cachetazo con un golpe bajo: descontar los salarios correspondientes a los días de paro a todo el personal del establecimiento donde su director no hubiera informado esas ausencias.

Docentes que fueron a trabajar, que se adhirieron a la medida de acción directa e inclusive los que no tenían clases ese día (caso de los profesores de Nivel Medio) recibieron la quita salarial "preventiva" del ministerio hasta tanto los directores informen sobre las ausencias o, en su defecto, las presencias de personal de los días en cuestión; circunstancia que ha producido muchas discusiones, enfrentamientos, tiempo perdido y desgastes innecesarios hacia dentro de los colegios.

Indudablemente el gremio erró con esta medida sindical, pues fracturó al conjunto docente hacia el interior de las escuelas, enfrentando a los que hicieron con los que no hicieron paro y debilitando la figura de conducción de los directores, que quedaron a fuego cruzado entre sus docentes, el ministerio y el gremio.

También el ministerio se equivocó con esta represalia. Si su intención era escarmentar y disciplinar a los docentes, en realidad generó el efecto contrario; provocando desazón, desconfianza y resentimiento hacia la patronal.

Evidentemente los funcionarios gubernamentales no comprenden que lo más valioso que tiene la organización escolar son sus docentes. De su motivación y buen desempeño depende en gran parte el éxito de la tarea educativa. Los docentes son los que cotidianamente ponen en juego sus estrategias y hasta su ingenio para desarrollar los potenciales del grupo de estudiantes a su cargo.

En términos de gestión de recursos humanos, el docente es el componente que más contribuye a la "cadena de valor" de la tarea educativa y atacarlo indiscriminadamente es socavar los propios cimientos de la organización y la enseñanza en las escuelas.

Julio A. Padrón Hernández

vicedirector de Nivel Medio

Roca



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