Quiero hacer pública mi odisea como afiliado al Instituto de Seguridad Social del Neuquén, entidad que se jacta de ser una de las mejores del país... no quiero pensar cómo serán las peores.

Expreso el porqué de mi malestar hacia la mutual a cuyos empleados todos los afiliados les pagamos el sueldo (dinero mal gastado si lo hay).

El primer caso fue hace tiempo atrás, cuando nació mi hijo: prematuro, sufrió un paro cardio-respiratorio a los diez minutos de vida, y dado lo delicado de su estado fue necesaria su inmediata derivación a la Clínica Cutral Co.

Aquí comenzó nuestro padecer como afiliados: en primer lugar el bebé nació a las siete de la mañana, e inmediatamente se decidió su derivación. Se solicitó la ambulancia del ISSN que llegó a las nueve de la mañana (dos horas después del pedido y con un prematuro que no podía respirar por sí solo). Al arribo del vehículo, al que se le había solicitado trajera la incubadora para el traslado de nuestro bebé, llegó sin la temperatura indicada: una hora más para entibiarla, mientras nuestro hijo, con los médicos que lo atendían, luchaba por su vida. Finalmente llegamos a Cutral Co, donde es internado en terapia intensiva de Neonatología. Mi hijo y yo en Cutral Co, la madre en Zapala. Regresé para pedir el certificado de que nació vivo (alrededor de las 16), lo que se me niega porque la persona encargada del trámite atendía hasta las 14:30. Sin este documento debíamos abonar alrededor de $ 400 en la clínica, cuando de ese gasto debía hacerse cargo la mutual.

Volví a Cutral Co antes del cierre de la delegación, en donde encontré la excepción entre los empleados del ISSN: una persona que sin tener la responsabilidad inscribió a nuestro hijo en la obra social. Mientras tanto el médico solicitó la presencia de la mamá porque dudaban de la supervivencia del bebé. Mi cuñada fue hasta la delegación Zapala donde le informaron que el trámite de derivación lo harían al día siguiente "porque la persona encargada de derivaciones atendía de mañana". Ambos trámites los podía hacer cualquier persona con buena voluntad.

Tiempo después, mi hijo mayor sufrió un accidente que implicó su traslado al hospital de Neuquén. También en terapia intensiva, coma de tres días, busqué hospedaje en el hotel que tiene la obra social en la capital, donde no había lugar porque se considera más al turista que al afiliado que lo mantiene. Esto me lo demuestra que, cuando concurrí con un viejo amigo, en ese momento ministro, rápidamente me cedieron una habitación, la que rechacé porque ya había conseguido hotel. Evidencia por demás clara de cómo funciona mi provincia.

Pero no termina aquí: esta semana colmó mi paciencia el hecho de viajar a Neuquén a realizarme un estudio de cierta complejidad. Hago los trámites en delegación Zapala, los que en teoría eran los necesarios y correctos, al llegar a la clínica donde debían atenderme, el pedido del estudio no estaba registrado, por lo que no podían realizármelo. Casi al horario del turno me voy a la central del ISSN, donde comienza mi "minitours" ventanilla por ventanilla. Ese paseo me llevó alrededor de una hora más, lo que significó la pérdida del turno. En una ventanilla ponen un sello, y en la inmediatamente posterior (hablo de un metro y medio de distancia una de otra) me dicen que no es el que corresponde, que vuelva a hacer la cola en la ventanilla anterior para poner el sello correcto. Demasiado trabajo estirar la mano para cambiar el bendito sello.

En definitiva, el trámite que debían hacer los empleados de la delegación Zapala del ISSN, lo hice yo en la delegación Neuquén.

Después de todo lo expuesto ¿quién se atreve a decirme que el Instituto de Seguridad Social del Neuquén figura entre las mejores obras sociales del país?

Erman Ricardo Benítez

DNI 16.393.286

Zapala (Nqn.)