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"Lo que pasó con Francisco no fue un accidente" | ||
Quienes hemos perdido un hijo podemos entender a flor de piel lo que es morirse en vida. Es un dolor que no puede nombrarse, decirse con palabras, que hace doler el cuerpo, la mente y el corazón. A veces a ese dolor que ya por sí solo es imposible de doblegar, se suma la tragedia, lo que convierte a los padres en seres absolutamente vulnerables y vulnerados por la vida. El resto, los que quedamos cerca, parados, sin comprender y llenos de tristeza, no podemos hacer prácticamente nada, o mejor dicho, todo lo que podamos hacer para ayudarlos queda chico para tamaña herida. Pero una cosa es tratar de ayudar, acercarse, solidarizarse y otra de mucha ignorancia o mala fe es defender lo indefendible. Lo que pasó con Francisco Figueroa no fue un accidente y la Justicia dará la razón. Alguien no fue a verlo cuando tenía que hacerlo mientras dormía; alguien lo dejó solo más de la cuenta; un bebito de 3 meses necesita afecto, estar a upa, calor humano, mimos y no dejarlo en un carro y olvidarse. Pregunto algo... recuerdan los padres que defienden al jardín que fue el papá del nene el que lo levantó ya sin vida del carrito? Recuerdan que ninguna maestra se dio cuenta de que el bebé llevaba un rato largo sin vida? Realmente es de baja condición humana intentar comparar el dolor que sienten los papás con el dolor que sienten aquellos que ahora no tienen dónde dejar a sus hijos. Este tipo de actitudes no hacen más que desnudar el escaso sentido de solidaridad y la falta de sensibilidad de un dolor que les resulta totalmente ajeno. Pero aun por fuera de reclamarles a estos papás un giro de humanidad... del que dan muestra de que son incapaces, resulta peor el grado de imprecisión de las objeciones que realizan. ¿Cuáles son las malas informaciones de las que hablan? ¿Cuáles son aquellas cosas no ciertas? No decirlas no hace otra cosa que exponer su imprudencia y su falta de información. Por último a todos los lectores les pido... miren a sus hijos dormir, comer, reirse, jugar y traten de imaginarse por un minuto atravesando la inmensa tristeza que viven los papás de Francisco. Sólo así uno puede tomar dimensión de una pérdida tan irreparable.
Silvia Sepúlveda, DNI 6.202.381 Cipolletti |
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