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"Necesitamos comunicadores sociales responsables y comprometidos"

Con mucha sorpresa, indignación y una mezcla rara de sentimientos encontrados, escuché al Sr. Pergolini pronunciar varias expresiones desubicadas, acompañadas por ese tono irónico que lo caracteriza, burlándose de las personas con discapacidad. Esto provocó un sinfín de comentarios entre sus colegas y en la sociedad y desnudó algo que personalmente creía medianamente superado: el menosprecio, la subestimación y la discriminación hacia las personas con capacidades diferentes.

Esa mezcla de sentimientos que me produjo, dio paso a una gran lástima por este conductor televisivo.

Siempre consideré que la discriminación tiene como base la ignorancia, el miedo a lo distinto, a lo desconocido, a las desventajas y sentí pena, porque el Sr. Pergolini nunca debe haber tenido la posibilidad de compartir un instante de su vida con personas discapacitadas, de lo contrario sabría de los esfuerzos que estas personas deben hacer toda su vida para demostrar "que pueden".

Cuando son pequeños deben ser capaces de aprender a la par de los alumnos "normales" para tener derecho a educarse en una escuela común.

Cuando son jóvenes y adultos deben demostrar que son aptos y competentes los 365 días del año, para poder conseguir un trabajo digno que les permita tener cierta independencia económica.

Transitan la vida teniendo que mostrar un certificado de "eficiencia para..." Pero...¿hasta cuándo debemos permitir ésto?

Yo sé que vivimos en una sociedad donde se premia la belleza, el éxito, y que en el ambiente televisivo mantener el rating es todo una lucha, pero aun así no comprendo cómo un comunicador social abusa del poder que le da un micrófono y la posibilidad de llegar a los hogares por medio de un canal televisivo o radial, para ofender a personas que están en una situación de desventaja, ya sea porque no oyen bien, porque no ven, por haber nacido con un cromosoma de más...

Y cuando los creemos inferiores a nosotros es cuando se desliza el sofisma perverso. Los que están en inferioridad por padecer una desventaja, una minusvalía, no son inferiores al resto de las personas, sino seres humanos dignos y merecedores de todo nuestro respeto, por lo que son, y de nuestra ayuda por la situación en la que están.

Yo creo que como sociedad nos queda un largo camino de educación, concientización, aceptación de esas discapacidades como parte de la vida, pero para esto necesitamos comunicadores sociales comprometidos, responsables, mesurados, que ayuden a construir una sociedad más sana. Quizás Pergolini recapacite y en un futuro se una a nosotros."

 

Alicia Liliana Martínez de Calí, DNI 10.045.365

Río Colorado

E-mail: aliciacali2001@yahoo.com.ar



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