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Cuartetazo francés

El enorme Loeb la hizo completa: volvió a ganar en Córdoba y recuperó la punta del torneo.

VILLA CARLOS PAZ (Raúl Bernal, enviado especial) - Estaba cantado después que sus principales rivales se eliminaron por errores propios. El francés Sebastien Loeb tuvo su oportunidad, no la desaprovechó y logró su cuarto triunfo al hilo en el Rally de la República Argentina. La cuarta prueba del Mundial, que tiene al piloto de Citroën C4 otra vez como líder, estuvo plagada de abandonos.

El local Federico Villagra dejó atrás todas las penurias que padeció con su auto en las dos últimas etapas y pudo llegar al final en su primera prueba en suelo cordobés con un WRC. Fue un meritorio sexto lugar que le permitió sumar puntos tanto en el Mundial de pilotos como para su equipo en el de constructores.

La lluvia, el barro y la exigencia de los caminos fueron una combinación casi infranqueable para muchos de los 55 participantes que iniciaron el desafío en las serranías cordobesas. Contando a los que hicieron uso del Súper Rally o reenganche, sólo 31 llegaron al parque cerrado final en Villa Carlos Paz.

Las tres etapas tuvieron como protagonistas a la lluvia, que dejó a la mayoría de los tramos casi imposible de transitar. Fueron unos cuantos los que dijeron basta o se demoraron, por caso los fineses Mikko Hirvonen y Jari-Matti Latvala, del equipo BP Abu Dhabi Ford Focus, que le permitió a "Súper Loeb" aprovecharlo al máximo y ratificar su condición de ídolo total.

La última etapa, como las dos anteriores, tenía guardado un golpe de escena. Loeb encaró los tramos del Valle de Traslasierra con la tranquilidad que le deba la ventaja que había edificado en el comienzo de la prueba. Más de un minuto de ventaja sobre el noruego Petter Solberg lo ponían a resguardo de cualquier sorpresa, pero

abrir el camino, en medio del barro y la neblina, planteaban nuevas exigencias.

En Giulio Césare-Mina Clavero, el francés tomó todos los recaudos y terminó quinto en el especial. Claro, se confirmaba que la demora que sufría el Subaru de Solberg se convertía en abandono, por lo que la prueba estaba sellada.

En El Cóndor-Copina, donde hubo nuevamente una multitud, Loeb apretó el acelerador de su C4 y ganó el especial, como para que todos supieran que tenía resto. El último paso por el estadio Córdoba fue anecdótico, sólo para recibir la mayor ovación que les regalaron los aficionados.

Para Citroën fue un rally inolvidable, porque al triunfo de Loeb hay que sumarle el tercer puesto del español Dani Sordo, quien necesitaba un buen resultado porque muchas dudaban de su permanencia en el equipo.

También fue muy bueno lo del austríaco Chris Atkinson, segundo con su Subaru de vieja generación. Con tres podios en cuatro pruebas, no está nada mal a la espera de la nueva unidad. Y encima, se sigue alejando de su afamado compañero Solberg.

Conrad Rautenbach, de Zimbawe, con otro Citroën terminó cuarto y el finés Hirvonen apagó el incendio de Ford con su quinto puesto después del reenganche, superando al "Coyote" Villagra.

No hay un Rally de la Argentina igual a otro. En cada edición aparece algo nuevo. Esta vez fue la lluvia la protagonista de las tres etapas, que pudo con muchos pilotos, pero menos con la pasión de los fierreros.



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