¿Es un pecado, un daño o algún tipo de crimen el que una persona adulta quiera terminar sus estudios secundarios? ¿Acaso no tiene el mismo derecho que cualquiera a estudiar?

Al parecer eso es lo que piensa la señora Liliana Alejandra Méndez, directora general de Becas quien, luego de informarnos que el programa provincial no inscribe a ingresantes de escuelas medias nocturnas para adultos, nos dijo "eso les pasa por no haber estudiado cuando fue su tiempo".

Me gustaría comentarle a esta señora -y a cualquiera que pueda llegar a pensar como ella- que las personas adultas necesitamos terminar nuestros estudios secundarios, algunos porque todavía son jóvenes y quieren darles un futuro mejor a sus hijos, una mejor calidad de vida, y otros, los más grandes, para saldar una cuenta pendiente, para sentirnos realizados.

¿Por qué no lo hicimos cuando fue nuestro tiempo? Se me ocurren tantas respuestas... antes no contábamos con las posibilidades que hay hoy para hacerlo, había que salir a trabajar apenas aprendíamos a escribir nuestros nombres, no era necesario tener tantos estudios para ganarse la vida y cuando una persona adulta estudiaba era un orgullo para todos aunque hoy son discriminados porque su tiempo ya pasó.

Evidentemente las cosas han cambiado, pero ¿cambiaron para bien?

Antonia Elvira Lozano

DNI 6.366.120

Felisa Alarcón

DNI 11.204.094

Neuquén