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"Terminó la primaria, ¿y ahora qué? | ||
Escuchaba y observaba cómo madres, padres, abuelos y hasta tíos expresaban su angustia por no saber la "suerte" que correrían los chicos al terminar su escolaridad primaria. No podía creer que la continuidad de la escolaridad obligatoria posprimaria fuera tan complicada. Desde hace algún tiempo vivencio y analizo el sistema educativo de Río Negro como trabajadora, y ahora como madre lo padezco desde otro lugar y comprendo lo que sucede. Veo que los chicos que egresan de la primaria tienen todo preparado en la continuidad de sus estudios para quedar literalmente afuera. En las inscripciones ya hay problemas por la falta de cupos, el circuito, la ausencia de esto y aquello. Aquí comienza el largo y angustioso recorrido, sin referirme específicamente a lo que les pasa a quienes presentaron ciertas "dificultades" que marcaron su proceso escolar y quedaron plasmadas en sus "legajos" (que algunos con total omnipotencia llaman "prontuarios"), que van pasando de mano en mano de montones de personas, extraños, que opinan y juzgan fácilmente. "Profesionales" que dentro del sistema educativo "deciden" si los niños son capaces o no para "aprender". Qué pena que dentro del sistema educativo no existan otras figuras que decidan lo mismo acerca de quiénes son capaces o no de trabajar en el mismo. Es otro tema, quizás, sería también otra la historia. Cuando finalmente esta población adolescente logra entrar en la enseñanza media, en primer año queda finamente seleccionado un 65% (el 20% de los ingresantes queda afuera entre los meses de marzo y mayo) para pasar a segundo; en este otro año un gran porcentaje vuelve a desertar, y así sucesivamente va aconteciendo el tránsito por el Nivel Medio. Estos adolescentes quedan casi todos claramente desocupados, expulsados del sistema educativo por "mala conducta", "bajas calificaciones" o "discapacidad". Tres argumentos esgrimen, no tienen otros. Estos fundamentos parecen ser tan poderosos que al paso de los años siguen siendo "los básicos de los discursos" para dejar afuera a los chicos. Estos mismos argumentos explican verdaderamente las falencias en las conductas, la poca o nula profesionalidad y la discapacidad de muchos adultos que están en Educación. Si buscamos otras ofertas educativas en General Roca y aledaños nos encontramos sólo con la Escuela Laboral, exclusiva para "discapacitados", y las escuelas monotécnicas, que no están en Roca sino una en Cervantes y otra en Allen. Estas últimas están bajo la supervisión de Nivel Medio pero, como no tienen características del mismo, parece ser que no son tenidas en cuenta en la distribución de recursos. En consecuencia este año en la de Cervantes hay 100 inscriptos pero, como faltan cargos docentes, habrá un "sorteo" para que ingresen 25 ó 30. El resto queda sin escolaridad, porque cuando se los inscribió no se comunicó esto a los padres por lo que los chicos no fueron incluidos en ningún otro centro de enseñanza. Otros que quedan afuera del proceso escolar obligatorio. Las comillas me sirvieron en la presente para enmarcar las barbaridades (de bárbaro: incivilizado, irracional) que se expresan desde nuestro sistema educativo con la complicidad de los adultos que formamos la comunidad de las instituciones escolares: supervisores, docentes, Equipos Técnicos de Apoyo Pedagógico (ETAP) y padres, en ese orden de responsabilidad. Y el funcionario de turno, muy de turno, dirá que ya hay una propuesta de reforma. Yo me pregunto: ¿por qué si viene a resolver gran parte del problema planteado aquí la mayoría de las instituciones educativas de Nivel Medio no la acepta? ¿Qué intereses habrá en juego para que suceda esto? Y ¿quiénes se oponen? Porque cuando he preguntado a varios docentes, más de uno afiliado al gremio, no saben la respuesta. Por último, ¿qué más podemos hacer para que finalmente nos pre-ocupemos y ocupemos de los intereses de los destinatarios de la educación? Niños (porque lo son hasta los 18 años y están bajo nuestra absoluta responsabilidad) que son vulnerables y víctimas de esta vergonzante situación y adolescentes que criticamos porque son apáticos ante el estudio, fuman y toman alcohol, se drogan... en fin, ¡se evaden sin parar! Humildemente, digo, reaccionan a lo que les estamos brindando: desinterés por ellos y en general por los valores humanos, individualismo, abandono, desconcierto, incertidumbre y maltrato y destrato de todo tipo. Como madre invito a madres y padres a involucrarnos activamente en el tránsito escolar de nuestros hijos.
Estela María López DNI 17.633.823 Roca |
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