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"Por suerte no era más que un sueño, ¿o no?" | ||
Soñaba que estaba en un restaurante con cuatro amigos mirando tevé, en la que se informaban supuestos vínculos de las FARC con el narcotráfico, valijas sospechosas, anuncios sobre un gran gasoducto venezolano desde el Orinoco hasta Huingango, la construcción de un tren bala entre Valcheta y Los Menucos, etc. y, a los postres, uno de mis compañeros de mesa trazó sobre el plato una línea de cocaína, que aspiró con aparente deleite. Una de las mujeres de la mesa sacó unas pastillas de éxtasis y se las bebió con un trago de vodka. Otro comensal comenzó a aspirar de una bolsa de polietileno vaya a saber qué adhesivo, mientras el otro se arremangó y se inyectó algo, sin saber qué, en una vena. Ante tanto jolgorio, encendí un cigarrillo (de marca nacional) y ahí fue cuando se armó el tumulto, porque tres gorilas de dos metros de altura me tomaron del cuello y me arrojaron a la calle sin miramientos, mientras decían que yo era un descarado, que fumaba en un lugar cerrado y que ignoraba las leyes del país. Sentado en el cordón de la vereda, mientras un camión de una sola acelerada arrojaba más humo del que pudiera exhalar en toda mi vida, reflexionaba sobre el destino de nuestra patria, cuando sonó el despertador y por suerte pensé, no era más que un sueño, ¿o no? Víctor Soler, DNI 4.543.486 Andacollo |
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