Los intendentes del Partido Justicialista se trasladaron a Viedma con el objeto de realizar una importante reunión con el gobernador y su gabinete para tratar y resolver distintos temas que hacen a sus deberes.

Al comenzar la misma se encontraban presentes los ministros y los intendentes, no así el gobernador, aún en su despacho en una sugerente e infantil "distracción". Esto motivó que el intendente de General Roca, Carlos Soria, se levantara y se fuera diciendo: "Que me llamen cuando llegue". A esta "cabronada" la siguieron el resto de los intendentes, que también se retiraron de la importante reunión. Pero no todo quedó ahí sino que se volvió cada comitiva a su localidad sin realizar la reunión que, por supuesto, contaba con un alto costo por los onerosos viáticos de todos y cada uno de los asistentes.

Ahora, dentro de este marco propio de un jardín de infantes, no hubo nadie que se arrimara unos metros hasta el despacho del distraído y le dijera: "Señor gobernador, con todo respeto, por qué no viene a la reunión porque hay un intendente que se quiere volver a Roca". Y viceversa, algún racional amigo del intendente que le explicara que todo esto es una vergüenza.

Lo cierto es que estos episodios potencian aún más la avidez que tenemos los rionegrinos de dirigentes y funcionarios serios, comprometidos y capaces.

Daniel Bruno Bordignon

DNI 12.629.940

Cipolletti