En un nuevo aniversario de la desaparición física de un querido radical de nuestra ciudad, don Carlos Fuentes, es nuestra intención brindarle un homenaje público a aquella persona que militó incansablemente en la UCR de Río Negro.

La juventud lo nombraba respetuosamente "don Tito", los más veteranos lo apodaban "el Gordo", apelativo muy usado en la larga actividad de su otra pasión: el club Unión.

Otros le decíamos "Dr. Tito", porque era el hombre de consulta obligada en cuestiones relacionadas con la Carta Orgánica y reglamentaciones partidarias.

Don Tito integró diversos cuerpos partidarios: delegado en la Convención Provincial, delegado en el Comité Central por el Circuito Alto Valle Centro, vicepresidente del Comité Seccional de Allen en varias oportunidades, como para citar algunos de los cargos en los que se desempeñó.

Para nosotros fue el "presidente moral" de la UCR allense. En nuestra memoria quedó marcado a fuego aquel momento del año 2002 en el cual, mientras la cúpula dirigencial de siempre "transaba" la lista para el Comité local, le proponíamos que fuera a la cabeza en la lista de nuestra agrupación para las elecciones internas. Su respuesta fue noble y desinteresada como era su costumbre: "Acepto si hay unidad". Ése fue su norte: la unidad y la buena convivencia entre los sectores del partido; era el nexo al cual recurrían todos para llegar a un diálogo. Su humildad lo llevó a acompañar cuando había unidad, en un segundo lugar, cuando en realidad se merecía ocupar la presidencia del partido a nivel local.

Su recuerdo vive en nuestros corazones, sus enseñanzas, sus anécdotas, su doctrina, su ejemplo de vida, de militancia y de vocación de servicio. ¡Cuántos dirigentes como él necesitamos en estos tiempos en el radicalismo! Un partido quebrado en dos, seducido por el "maridato" kirchnerista, a punto de quemar las naves y cruzar a la orilla justicialista. Ése no es el partido que él anhelaba. Su respuesta hoy seguramente sería, evocando al correligionario cordobés y poeta "Neblina" Ciardello: "Ser radical es difícil, pero vale la pena serlo". Nosotros queremos que valga la pena y trabajamos en eso, para reconstruir la Unión Cívica Radical.

Dios quiera que muchos de los dirigentes, que le deben el lugar que ellos ocuparon y que ocupan en este momento, se acuerden de todo lo que hizo por ellos y por el radicalismo y breguen para que su familia tenga todo lo que se merece.

Nosotros queremos expresar nuestro profundo agradecimiento por el legado que nos dejó. Fue un gran amigo, generoso y cordial, en suma: un gran radical.

Héctor Antonio Stazionati, DNI 20.402.306

Agrupación "Arturo Illia"

Allen