Al intendente de la ciudad de Neuquén:

Los responsables del "mercado del trueque" en la Vuelta de Obligado proyectan un asentamiento comercial permanente con aspiración a extenderlo a otros días de la semana. No son los originales de esta iniciativa (trueque); la mayoría son extranjeros, acostumbrados en sus países de origen a estas prácticas de mercado callejero no afines con nuestras costumbres y buen gusto. La Vuelta de Obligado es lugar histórico de nuestra ciudad no creado para este fin; adolece de higiene, afea y perjudica nuestra ciudad en muchos sentidos.

El trueque se implementó exclusivamente para "canje doméstico", bajo un sistema de bonos que prohibía el uso de moneda. Fue permitido en un momento de emergencia económica, situación ya superada. Duró poco, fracasó y se desvirtuó. Hoy es una venta especulativa y desprolija de insumos de diversa índole, sin ningún control ni orden, en muchos casos deshonesto, ilegal y fraudulento: nadie posee la licencia comercial obligatoria; nadie tributa los impuestos de rigor; expenden alimentos procesados en la calle sin ninguna higiene o en sitios desconocidos sin ninguna garantía; se comercia mercancía de origen o procedencia dudosa; se expenden productos falsificados (ropa, CD o DVD y otros); productos de granja adquiridos, no producidos; existe una competencia desleal, porque son muchos y onerosos los requisitos que todo comerciante debe cumplir; perjudican a los vecinos contiguos con ruidos de parlantes a elevado tono; producen humos y olores de parrillas, fritadas, etc. ¿Sabe usted que el 90% de esos mercaderes no son ni neuquinos ni argentinos, sólo extranjeros?

Una minoría de individuos ejerciendo ilegal comercio constituye un porcentaje despreciable de población que no debemos permitir un sólo día más. Ni usted ni el pueblo del Neuquén tienen obligación alguna de buscar soluciones a estas personas para el asiento de su ilegal comercio.

Es experiencia comprobada que solventar mercados marginales no sirve. Precisamente eso ocurrió con los galpones de chapa en calle Mazzoni y Bahía Blanca, proyecto oneroso que ha sido un total fracaso. ¿Fue gratis para el municipio construirlos? ¿Por qué tanta gratuidad? ¿Anduvo usted por allí para comprobar este aserto?

Mis abuelos se asentaron en esta ciudad antes del año 1900. A ellos nadie les regaló nada, obtuvieron sus logros a fuerza de trabajo y privaciones. Luego de 100 años los vecinos del Neuquén tenemos que asistir, brindar recursos y posibilidades a personas que nada hicieron por nuestra ciudad y provincia. Su único mérito, constituirse en una pesada carga a la existencia y desarrollo de esta ciudad. Neuquén ofrece un margen amplio de posibilidades a quienes deseen asentarse en su tierra, pero deben respetar las reglamentaciones como todos lo hacemos. A esas personas nada les debemos y muchos menos privilegios comerciales.

señor intendente: nuestra ciudad sigue creciendo, pero debe ser en orden y armonía. Usted debe caminar durante los primeros días de cada mes (Sarmiento-Olascoaga-Perito Moreno-Mitre, etc.) y comprobar personalmente que los puestos en veredas impiden el tránsito normal, siendo que las veredas (que pagamos los frentistas) fueron hechas para transitar, no para comerciar.

Por los motivos expuestos, usted debe liberar la ciudad de puestos ilegales, sobre todo la Vuelta de Obligado, prohibir toda venta callejera en la ciudad -sobre todo en zona céntrica- y no permitir licencias fuera de las reglamentaciones previstas. De generarse otros sitios similares, los interesados deben satisfacer los requisitos legales vigentes. De nada sirven las inversiones realizadas en espacios públicos para embellecer Neuquén, si paralelamente permitimos estos desfasajes.

Juan Tognozzi, DNI 8.293.164

jj.patagonia@gmail.com

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