No es verdad que El Huecú se quedó sin médicos de un día para el otro. Hace tiempo que nos estamos quedando sin ellos por diferentes motivos y esto no es por arte de magia.

Algunos renuncian, piden el pase, se van, simplemente porque no se adaptan al lugar.

Otros, en cambio, se "tienen que ir", desterrados por el mismo sistema de salud y la misma sociedad. Estos son los médicos comprometidos, que luchan contra las adversidades a tal punto de llegar a enfermarse gravemente por estrés. Y justamente este es el caso de las últimas dos doctoras del hospital de El Huecú, de las que nada se dice.

¿Un sistema de salud al que no le interesa tener un pueblo sano? Sí. ¿que no cuida ni valora a sus profesionales ? También, sin dudas. Y además, que expulsa a aquellos que no les conviene: a los comprometidos, que pelean por lo que es justo; que se juegan, que mantienen firmes sus convicciones e ideales, intentando movilizar estructuras hegemónicas arraigadas y vicios incorporados que atentan permanentemente contra la población y contra su misma profesión.

Pero lo más doloroso, quizás, es que nosotros, la misma comunidad de El Huecú, somos cómplices de todo eso. Muchas veces con actitudes prepotentes al momento de ser atendidos o con comentarios ofensivos sin fundamentos que no ayudan para nada y lo único que hacen es desvalorizar su profesión, su estudio y generar mucho malestar.

Otras veces, cómplices con el silencio. Saber que existe una grave situación institucional y esperar a que alguien la arregle; dejarlo en manos de "los de arriba" que sabemos que no tienen la más mínima intención de solucionar a fondo el problema de la salud pública. Callarse además ante ciertas obviedades, ante actitudes de algunas personas inescrupulosas que se aprovechan del dolor o el sufrimiento de otros, para romper, dividir, en beneficio propio.

¿Qué esperamos? ¿Acaso no es mejor tener médicos afectuosos, dedicados y comprometidos socialmente?¿O preferimos los de paso, que no conocen, no les interesa y no tienen ni idea de las necesidades del pueblo?

Evidentemente el sistema no los cuida, y nosotros, los mismos habitantes que gozamos y necesitamos de su atención, tampoco.

¡Hace rato que nos estamos quedando sin médicos! Ya sería hora de empezar de una vez por todas a ver cuál es el problema real, el trasfondo y no quedarnos en las superficialidades.

Empezar a cuidar y valorar a los profesionales que quieren venir al interior (que son pocos) y muy especialmente a aquellos que se dan mucho por el bienestar del pueblo y que reman contra viento y marea con el único propósito de que los habitantes tengan una mejor calidad de vida .

Viviana Mattar

DNI 21.516.522

El Huecú