La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró por primera vez el 126º período de sesiones ordinarias del Congreso nacional. Su discurso de 73 minutos no leído significó una demostración de su grandeza intelectual, superior a su consorte, por lo cual fue muy aplaudida ya que constituyó un hecho inédito en el historial de los presidentes argentinos.

Quiero referirme aquí a uno solo de sus múltiples aspectos, es decir: los ferrocarriles. Allí mencionó las críticas al proyecto del tren bala, comparando las mismas con las efectuadas en España en ocasión de inaugurarse allí el primer TGV (tren de gran velocidad español). Mencionó la entrada en la modernidad como justificativo de su realización, ya que los restantes trenes también serían mejorados con una nueva ley de reorganización ferroviaria.

De allí deduje que la señora presidenta no ha viajado en toda su vida adulta en un tren argentino, administrado primero por el Estado y luego privatizado por otro integrante de su partido.

Posiblemente lo haya hecho en su época de estudiante en La Plata, en alguno de los buenos coches administrados por los denostados ingleses, que se podrían comparar con los españoles cuando se hizo el primer TGV. Ello me hace también recordar a la gran emperatriz Catalina de Rusia, cuando su favorito Potemkin armaba aldeas de fantasía para que ella las viera desde el tren y lo felices que eran sus habitantes.

En el caso nuestro sus ministros y secretarios de Estado son Potemkines, ya que ella está aislada y carece de contacto con la realidad del país, como se advierte a través de sus discursos.

Debería tomar ejemplo de la senadora chilena Evelyn Mathei, quien ante un reclamo de vecinos de una zona de una ciudad chilena se iba a instalar allí los fines de semana -los vecinos reclamaban que sus casas (de madera) eran apedreadas por bandas de muchachones a fin de que se fueran y malvendieran sus propiedades- para constatar la intervención de las autoridades competentes (carabineros).

Pero creo que es mucho pedir; más lindo es disfrutar de "El Calafate".

Federico F. Soufal

DNI 3.432.235

Neuquén