El 28 de diciembre del año pasado presenté en la Legislatura, haciendo uso del derecho constitucional de iniciativa, un proyecto de ley de "crear un consejo asesor para implementar el plan provincial de reciclado de residuos domiciliarios", por razones de salubridad pública, preservación del medio ambiente y sentido común.

Pero me gustaría ampliar y precisar por qué los rionegrinos debemos materializar el reciclado de los residuos, no solamente en Río Negro sino en toda la Patagonia, haciendo ciertos los lazos de integración entre las provincias que la componen.

Reutilizar o reciclar es una de las formas inteligentes de disminuir la basura y significa volver a usar una cosa sin alterar químicamente su forma dándole un nuevo uso. El reciclado contribuye diariamente a reducir los volúmenes de desechos domiciliarios, por lo tanto nos ahorra dinero a todos y resguarda el medio ambiente.

Hoy, en la mayoría de nuestras ciudades la basura se recolecta, se descarga y se entierra en los basureros municipales destinados para tal fin, es un procedimiento de uso generalizado en nuestro país, que resulta, cuando menos, primitivo, contaminante y antieconómico.

El cambio de sistema de recolección diferenciada de residuos puede medirse en términos de ahorro y de ganancia, dejando de generar un problema para los municipios y convertirse en un recurso y creando además trabajo organizado.

En este sentido, el sistema de tratamiento de basura no sólo contribuye al mejoramiento sanitario y ambiental, sino que además es rentable; los costos son menores al sistema actualmente en uso, por lo que se recupera con la comercialización del material "inorgánico" y "orgánico".

Si tenemos en cuenta que una ciudad de 30.000 habitantes genera 21 toneladas de basura diaria, de las cuales un 65% es orgánica y el resto es inorgánica, que solamente con separarla y clasificarla nos genera 7,35 toneladas diarias a un precio promedio de comercialización general de $ 1.000 la tonelada, según la categoría que sea, esto muestra la importancia del reciclaje en ingresos, en la generación de empleo y cuidado del medio ambiente.

Lo inorgánico se separa en diferentes categorías: vidrios, cartón y trapos, plásticos, papel, metales y, de acuerdo a ellas, es lavado, prensado y acondicionado en fardos para su venta.

El material orgánico (cáscaras, sobras de comida, yerba, vegetales, papeles mojados, etc.) recibe un tratamiento, llamado compostaje, que consta de varios pasos y una vez concluido, con la utilización de la lombriz roja californiana, se produce un fertilizante ecológico de primera calidad, denominado "compost", muy requerido en la agricultura y que genera utilidades mediante su comercialización.

Con los orgánicos también podemos -y como forma de reducir el volumen de basura que desechamos diariamente en casa, en más de la mitad- efectuar nuestro propio reciclado, se pueden poner en un hoyo en el jardín o en un tambor agujereado sin fondo sobre la tierra o arena y en poco tiempo -sin olores ni molestias- se transformará en "compost", una tierra de desechos vegetales muy rica en nutrientes para las plantas.

Con la participación de todos los rionegrinos conseguiremos la implementación de un plan provincial para el reciclado de residuos domiciliarios, el consumo genera desechos, por lo tanto, todos producimos basura y es nuestra responsabilidad hablar con nuestros gobernantes para hacer algo en favor del medio ambiente, la salubridad pública y la economía de los municipios, una ciudad limpia no es la que se barre todos los días, sino donde menos basura se tira en las calles y donde se lucha para cuidar el medio ambiente del lugar donde vivimos, nuestro planeta Tierra.

Juan Carlos Cerone, DNI 10.381.374

e-mail. juanccerone@hotmail.com

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