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Alegrķas alternativas
Dátolo y Gracián, goleadores en el triunfo de Boca.

Ayer, Carlos Ischia decidió apostar por su banco de suplentes y ganó. Sin Juan Román Riquelme, lesionado, ni Pablo Ledesma, afectado a la rotación, el entrenador mandó al campo a Jesús Dátolo y Leandro Gracián y fueron ellos quienes marcaron los dos goles para el triunfo de Boca sobre un inexpresivo Colón (2-1). Los tres puntos lo ubican, al menos por el momento, en lo más alto del torneo Clausura, junto con River.

El partido quedó prácticamente definido en el primer tiempo con los dos goles de ventaja que sacó el equipo de Carlos Ischia, y si la diferencia final no fue más amplia fue nada más porque el equipo local no se lo propuso.

Una actuación de gran nivel de Claudio Morel Rodríguez, pincelazos de calidad de Leandro Gracián, el oficio de Fabián Vargas y los promisorios trabajos de los juveniles Facundo Roncaglia y Fabián Monzón fueron puntos altos para llegar a una victoria que nunca se vio comprometida. Boca fue desde el inicio el que se paró mejor y se mostró más seguro y decidido. Colón ni siquiera se había aproximado al área rival cuando pasó a perder por 1-0 sobre los 6 minutos.

La jugada, a la salida de un lateral, la armaron entre Lucas Castromán y Gracián, quien tocó hacia dentro del área por donde llegaba Jesús Dátolo, cuyo primer remate fue rechazado por Sebastián Blázquez, pero el rebote le quedó servido y esta vez sí convirtió. La visita nunca dio síntomas de una reacción cierta y sólo controló la pelota en los momentos en que Boca se lo permitió.

Boca manejó esos 45 minutos iniciales, se mostró firme en el fondo gracias al trabajo de Facundo Roncaglia y Claudio Morel Rodríguez; Fabián Vargas se destacó cortando el juego rival; Dátolo fue incansable en el ida y vuelta, y cuando apareció en escena Gracián, su talento marcó diferencias claras. Precisamente el ex Vélez puso el 2-0 a los 38 con una notable definición tras dos enganches en el área, luego de que Palermo le diera una precisa asistencia de cabeza.

La segunda parte fue un trámite porque Colón nunca apareció en el partido y Boca, conociendo las carencias de su rival, se limitó a dejar que el tiempo pasara. El "sabalero", reducido a 10 jugadores a los 38 minutos por la expulsión de Germán Rivarola, quien ingenuamente se ganó la segunda amonestación, llegó al descuento en el tercer y último minuto agregado, con doble cabezazo en el área a cargo de César Carignano y el venezolano César González, sólo para sumar un dato estadístico.

Con el frente interno en orden, ahora Boca sólo piensa en la Copa Libertadores, donde las cosas no están del todo bien. El jueves espera por Colo Colo y allí sí saldrá al césped de La Bombonera con su mejor versión.



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