La situación de Racing es desesperante. En lo futbolístico está anteúltimo, jamás sumó de a tres en el torneo, apenas convirtió tres goles en siete juegos y el fantasma de la Promoción está a punto de clavarle las garras. Pero además el sábado se hizo presente la violencia y una de las posibilidades es que su cancha sea suspendida.

Lo cierto es que si el Comité de Seguridad Deportiva bonaerense (Coprosede) decide el miércoles cerrar el Cilindro de Avellaneda (ver aparte), las acciones del kirchnerismo se acelerarían. ¿Cómo es eso? Ya es un rumor en voz alta que el ex presidente de la Nación, fanático de la "Academia", montará un fuerte operativo para desbancar al controvertido Fernando De Tomaso, cabeza de Blaquiceleste.

La idea es presionar al gerenciador, algo que el pingüino mayor buscará hacer con el cambio de interventor en Racing. El elegido para este puesto, el sucesor de Nicolás Dilernia, sería el ex intendente de La Plata Julio Alak, otro sufrido hincha. El obstáculo para los K es que De Tomasso no está dispuesto a irse sin nada, menos como el malo del film.

Por eso se formará una comisión que, junto con Alak, buscará acorralar el tercerizador, de quien buscará que decida entre dos opciones: resignar poder y más tarde llamar a elecciones, o dar un paso al costado.