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Sólo sirve rezar

Segundo capítulo de la nueva guerra. La intolerancia se mudó a La Boca.

Lejos de manifestaciones apocalípticas, el fútbol argentino ingresó en un túnel oscuro, sin salida aparente. 24 horas después del triste desenlace en la vida de Emanuel Álvarez, un muchachos de 21 años que encontró la muerte cuando iba en busca de una fiesta deportiva, dos grupos de violentos barras de Boca se enfrentaron cuerpo a cuerpo, y de milagro no hubo nuevas víctimas fatales.

Ya nadie busca las respuesta a un flagelo que arrasa lo que encuentra a su paso. Todas las medidas suenan a gestos espasmódicos, como la recompensa que ofreció el gobierno nacional para intentar dar con aquel que le robó la vida al hincha de Vélez el sábado (ver aparte).

Ayer hubo informaciones imprecisas, pero también certezas: la primera, que una de las facciones "xeneizes" estaba al mando del nuevo jefe de La 12, Mauro Martín, el joven que sucedió a Rafael Di Zeo, maneja un minicooper, viajó a Japón gratis, es dueño de un club de Villa Luro (donde practican fútbol menores) y "sufre" un litigio con su ex esposa, que le reclama seis años sin pasarle un peso por la cuota alimentaria de su hijo.

Lo otro claro es que durante la batalla fue herido con un arma blanca un hombre de 40 años, que recibió un puntazo en el abdomen y esta internado en el Hospital Argerich. El patético escenario dejó nada menos que 174 mayores y 9 menores, según reveló el comisario Eduardo Metta, de la seccional 34.

El oficial también contó que fue hallada un arma de fuego, calibre 6.35, y que incendiaron una camioneta, al parecer propiedad de una de las facciones.

Con los hermanos Schlenker en prisión y Adrián Rousseau "guardado" hasta nuevo aviso, al parecer la batalla que se viene en el podrido fútbol nacional se trasladará a La Boca.

Las informaciones hablan de un choque por el poder entre los que responden al inefable Martín y la banda conocida como "Los de Lomas". Este sería el segundo episodio de violencia desde que aquel es jefe de La 12. El primero se produjo en el peaje de General Lagos, camino a Rosario, cuando las dos facciones se enfrentaron, y en medio de una represión policial Martín fue herido. Luego, un tribunal judicial le prohibió al barra el ingreso a cualquier estadio.

El nuevo capítulo ocurrió ayer, cuando los barras, como lo hacen habitualmente cada vez que el equipo juega fuera de casa, se juntaron en la Bombonerita. Ahí comenzó la batalla campal, que al parecer ganaron los de Martín. Es que el único herido pertenecería a la facción que encabeza Marcelo Aravena, quien se queja de que con Martín al manda, "volvieron los robos a La Bombonera. Además, se produjeron corridas cerca del predio, quemaron la combi que sería del grupo de "Los de Lomas", volcaron un auto y hubo varios disparos.

Las corridas se trasladaron al Argerich y hubo pánico en las puertas del Hospital, en la calle Pi y Margall. Luego se armó un gran operativo de seguridad en la cancha de Boca y trasladaron cuatro micros con cientos de hinchas adentro a la Comisaría 24. Cien policías, con más de una docena de patrulleros y un helicóptero controlaron la situación.

"Lo importante es que todos los que estuvieron en el hecho están detenidos. El operativo se hizo de forma rápida y eficaz. Ninguno pudo escaparse, pese a que algunos intentaron hacerlo por las vías", concluyó el comisario encargado del operativo. Claro, nada parece ser suficiente.



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