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Acceso a los pasajes gratuitos personas con discapacidad | ||
Aunque cederlos es una obligación de las empresas de transporte terrestre |
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Diario El Ancasti Nadie rechaza abiertamente los pedidos, pero responden con mentiras y artimañas para negar las solicitudes. Obtener el carnet de discapacidad también es muy difícil. La situación afecta a miles de catamarqueños. El próximo 9 de enero se cumplirán cuatro años desde que el ex presidente Néstor Kirchner decretó que las personas con discapacidad tienen derecho a viajar gratis en ómnibus. Sin embargo, el cumplimiento de esta norma en Catamarca es toda una rareza, y ahora que se agiliza la venta de pasajes por las vacaciones y las fiestas de fin de año, casi una utopía. Aunque periódicamente se renuevan los reclamos y se amenaza con severas sanciones a las empresas que no cumplan en ofrecer este beneficio, intentar acceder a un pasaje gratuito es tan engorroso que la mayoría de los discapacitados terminan pagándolo. Viajar gratis es un derecho adquirido por las personas con problemas físicos serios, y ese reconocimiento es un gesto de humanidad e integración elemental en una sociedad que aspire a ser justa. Sin embargo, los intereses económicos obstruyen la aplicación del aporte, una situación que se afianzó a través de los años con singular impunidad. Según la normativa vigente, el certificado de discapacidad previsto por la Ley N° 22.431 y su modificatoria, la Ley N° 25.504, es un documento válido para acceder al derecho de gratuidad para viajar en los distintos tipos de transporte colectivo terrestre, sometidos a contralor de la autoridad nacional, de corta, media y larga distancia, según lo establece la Ley N° 25.635. En teoría, la sola presentación del certificado de discapacidad, emitido por autoridad competente en la materia, tanto nacional, provincial o municipal, en los términos de la Ley N° 22.431, o provincial pertinente, juntamente con el documento nacional de identidad o cédula de identidad o libreta de enrolamiento o cívica, o bien, el pase para franquiciados vigente, es documento válido a los efectos de gozar del derecho contemplado en la Ley N° 25.635 Para el uso gratuito de servicios de transporte de larga distancia, la persona con discapacidad o su representante legal deben solicitar ante la boletería de la empresa su pasaje y el de un acompañante en caso de necesidad documentada, indicando la fecha de ida y regreso, horario, origen, destino y causa del viaje. La solicitud debe ser formulada con un plazo de antelación mayor a 48 horas a la realización del servicio, y la empresa tiene la obligación de entregar un comprobante de recibo de dicho pedido. Los trámites para la obtención de la orden de pasaje y el pasaje respectivo, son gratuitos. Según lo establecido, se consideran causas de integración social, aquellas que permitan a la persona con discapacidad compartir situaciones familiares o comunitarias en un lugar distinto al de su domicilio, y al momento de formular el pedido, el usuario podrá solicitar que las plazas a utilizar, él y su acompañante, si correspondiere, sean las más próximas a la puerta de ingreso a la unidad. Hasta aquí la teoría. La realidad es bastante diferente. Una tortura Las empresas de transporte imponen toda clase de dificultades para ceder el pasaje gratuito y en la mayoría de los casos no los otorgan. El incumplimiento de esta norma en Catamarca es sistemático, pero quienes trabajan en estas firmas, alertados de las sanciones que les cabe por la falta, desarrollaron una gran habilidad para negar el beneficio sin admitir la situación. EL ANCASTI consultó a las principales empresas de larga distancia en la Terminal de Omnibus, y todas, sin excepción, dijeron que los pasajes gratuitos para discapacitados son un beneficio con plena vigencia, que se cumple siempre que se completen los requisitos que exige la ley. Las declaraciones son siempre correctas, pero comienzan a modificarse cuando, en lugar de la consulta, se exige directamente el pasaje.”No nos queda lugar”, “El coche está lleno”, “Recién vendí el último pasaje”, “Para esa fecha imposible”, son las respuestas más comunes. Quien conoce perfectamente esta realidad es Esther Sosa, presidente de la Asociación de Padres y Familiares con Discapacidades Motrices (APYFADIM). La dirigente, que conduce una de las entidades que más trabaja en la provincia en favor de los discapacitados, reconoce con desencanto que “lamentablemente, ni en Catamarca ni en el resto del país se respeta esa ley”. “No autorizan los viajes cuando son urgentes y por razones salud, imagínese cuando se trata de esparcimiento o vacaciones. Casi nunca dan pasajes, y mucho menos en temporada alta”, observó Sosa. La mujer recordó innumerables casos de socios de su institución que “quisieron viajar pero siempre les respondieron que no había pasajes y quienes no tenían cómo pagarlo directamente no pudieron viajar”. Entre las excusas más comunes, explicó que varias empresas “exigen que la solicitud se haga con un mes de antelación”, algo imposible de cumplir cuando el traslado obedece a una emergencia. APYFADIM sufre esta realidad, pero con sus 32 socios es apenas una porción del enorme uiniverso de damnificados por el incumplimiento de la norma, que alcanza además a discapacitados mentales, ciegos y toda aquella persona que tenga el carnet. Más burocracia ¿Existe la posibilidad de que haya abusos con los carnet de discapacidad, y esto motive la reticencia de las empresas a ceder pasajes? La pregunta surge cada vez que se analiza el problema, pero en Catamarca este riesgo puede descartarse por una sencilla razón: la obtención del carnet es dificilísima. El único organismo autorizado a expedir el certificado de discapacidad es la Dirección de Asistencia Integral a las Personas con Discapacidad, que tiene su sede a metros de la esquina de Illia y Presidente Perón. Para recibir el certificado, la persona que padece un problema serio y permanente debe someterse a extenuantes controles médicos, una interconsulta en la que participan sucesivamente, no menos de cinco o seis doctores. Cada profesional examina al paciente y determina qué grado de discapacidad observa en el solicitante. Al cabo de la serie de revisaciones, si el diagnóstico es concluyente, se completan los trámites y el discapacitado conseguirá su carnet. Este proceso demanda sui tiempo, en parte lógico y normal, pero a su vez extendido hasta lo interminable por la burocracia. Sin ir más lejos, hoy se considera más difícil iniciar los petitorios para acceder al control que superar las pruebas médicas. Esto ocurre porque hay que pedir un turno con el objeto de acceder a los profesionales de la salud, y un discapacitado que no tiene su carnet debe comenzar una larga fila para poseerlo: hoy se asignan números para comenzar la ronda de interconsultas dentro de tres meses. Es decir que cualquier catamarqueño que sufra un accidente y padezca como consecuencia del incidente una invalidez grave, debe iniciar las gestiones para obtener el turno, dentro de tres meses visitar a los médicos, y luego de comprobado su problema esperar su carnet, con el cual podrá pedir un pasaje gratis siempre y cuando sea con un mes de anticipación y lo tendrá si tiene la suerte de que la empresa de transporte no tenga el coche lleno. Como puede apreciarse, un sistema planificado para facilitar la vida de los discapacitados e integrarlos como corresponde, se desvirtúa completamente por la burocracia, la desidia y la indecencia de quienes niegan este derecho por no perder un mínimo importe, a pesar de que quien requiere ese servicio es el mismo Estado que subsidia combustibles y hasta aumentos para el personal de esas empresas. Estadísticas Aunque no hay estadísticas completas a nivel provincial, se estima que, en Catamarca, son 25.000 las personas que sufren algún grado de discapacidad, y 16.000 las que están en condiciones de acceder al pasaje gratuito. Según la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad, del total de discapacitados, el 74 por ciento sufre una sola discapacidad, el 20 por ciento dos discapacidades, y el 6 por ciento tres o más discapacidades La causa predominante (no exclusiva) de origen de la discapacidad, según los grupos de edad es: entre los menores de 15 años, alguna relacionada con el nacimiento. Entre las personas potencialmente activas (15 a 64 años), las enfermedades y los accidentes. Entre los mayores de 64 años, la enfermedad.
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