A los 50 y pico esta pareja de profesionales valletanos decidió insuflarle aires renovadores a sus vidas, donde construir un nuevo hogar bien podría ser una de las excusas para alcanzar este objetivo. Es así que encontraron en Mari Menuco una casa para comprar -para luego "refundarla", tal es el término que ellos usan- y en Cipolletti una arquitecta que les entendió perfectamente lo que ambos ambicionaban. La casa que este matrimonio -con dos hijos jóvenes que están estudiando fuera de la zona- logró de la mano de Mirta Eberhardt es atractiva e impactante, de entrada. Porque es tranquila, "limpia" en todos los sentidos, confortable, amplia y seductora. Con muchos guiños de diseño que le dan una total particularidad. ¿Por ejemplo? Tiene dos frentes de entrada (no tiene la típica facha y contrafachada); los pinos añejos y secos que estaban en el terreno no fueron arrancados de cuajo sino que se los cortó por la mitad para dejarlos como esculturas en el jardín y a otros se los usó como parantes en una pequeña galería externa. En una recorrida por la casa, Eberhardt fue quien relató cómo es que se logró armar este hogar: "Los propietarios y yo empezamos el diálogo con una premisa: teníamos que continuar una huella dejada, responder a la herencia de una forma, de una actitud, de un volumen, de un emplazamiento y a varias zonas funcionales determinadas por las instalaciones. "Evaluamos si las ideas que originaron este hecho constructivo tenían la suficiente fuerza imaginaria como para llegar a crear en el psiquismo de los dueños, esa noción de “morada” tan necesaria para crear “un lugar” para la habitación humana. "La decisión fue dejar solamente el volumen madre con las instalaciones y las áreas funcionales que ello implicaba, pero despojándolo de la actitud para poder repensar a partir de él "que significa habitar un espacio". "También cambiamos la historia de unos "cipreses" secos que se encontraban en el lugar: volvieron a la vida conformando un "bosque" de troncos que de forma irregular tanto en altura como sobre el terreno ayudaron a delimitarlo virtualmente. "El volumen original insinuaba un frente, un contrafrente y un acceso bien marcado como definitorios de una fórmula resolutiva muy conocida para pequeñas superficies. "En la propuesta, el acceso peatonal es ambiguo, puede ser desde una calle o desde la otra, las dos fachadas tienen la misma jerarquía. El acceso norte es amplio, generoso extrovertido, luminoso, claro, se abre hacia el desierto. El acceso sur es más íntimo, más misterioso, hay que "encontrarlo", "recorrerlo" hasta se puede decir "entenderlo", en su búsqueda nos encontramos con un volumen nuevo importante que desde su emplazamiento modera la energía del viento que llega desde el lago. Entre los dos se crea el ritmo necesario para mantener la dinámica de los opuestos, de lo contradictorio de lo simultáneo. Se repensó cada zona priorizando la necesidad actual de la pareja -un matrimonio con hijos que estudian fuera de la zona-, necesidades de soledad pero con posibilidades ciertas y prácticas de recibir amigos, sintiendo de esta manera que la casa crece, se retrae, sin necesidad de duplicar funciones. Nunca es pequeña, nunca es sobredimensionada, simplemente se adapta. "En la planta alta la zona de dormitorios y trabajo, en la planta baja los espacios para mirar, leer, recibir, estar, para "ser" en la intimidad como así también “ser con los otros" ya que ellos nos constituyen. "Las visuales se arman hacia el desierto, hacia si misma, hacia el interior. Al crearse áreas exteriores internas, la mirada también es dirigida hacia estos espacios. "El volumen original se cubrió en el exterior con un muro de ladrillos para trabajar con la textura que el material brindaba y para mejorar las aislaciones térmicas. En el interior todo es simple, claro, despojado creando un marco tranquilo y dejando a la escultura un protagonismo necesario". CON NOMBRE PROPIO • Constructor: Viano Jorge • Pintura de obra: Malleco Barra • Carpintería: Mario Muñoz, Fernando Nasabun, Julián Vidal, Johnson amoblamientos • Carpintería metálica: Carpintería Muñoz • Estufa rusa: Pedro Soraire • Construcción en seco (durlock): Juan Pinchulef • Aberturas: Aberturas de aluminio • Escultura: Eduardo Palacì • Obras pictóricas: Leticia Guerrero • Cortinas: Innova • Marmolería: Néstor Alessandrini e hijo • Proyecto y dirección técnica: Mirta Eberhardt • ¿Cómo encontró esta casa la arquitecta previo a su intervención? Todo el registro fotográfico que ella misma hizo está en www.rionegro. com.ar/blog/eh • El mail de la arquitecta es mirtage@speedy.com.ar
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