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CHISMES

* Venta casi cerrada. Viernes 8 de febrero. Media mañana, en un restaurante del predio de Messe Berlin donde la Fruit Logistica desplegaba todo su esplendor. Con el termómetro afuera peleando por no perforar el piso de los dos grados centígrados, Antonio Orsero y un empresario frutícola del Valle se predisponían a saborear un café doble con panecillos que acompañaban la ocasión. El tema a tratar: la venta de Moño Azul. "La operación ya está casi cerrada. Sólo faltan algunos papeles que tienen que definir los abogados", confió el empresario italiano a su convidado. El precio final acordado por el 100% de las acciones de Moño Azul: 10 millones de dólares más de los que ofertaba Univeg. La charla continuó centrada durante más de 20 minutos en la nueva adquisición. "Está el tema de los juicios que es de difícil resolución", confiaba Orsero tras saborear un sorbo del cálido café. Se mostró muy entrado en el tema al mencionar la existencia de cuatro poderes por la parte vendedora que ya firmaron el OK de la operación. Éstos son los representantes de las familias Fourcade, Grisanti, Pirri y Enríquez. La próxima semana se estaría cerrando la operación. Orsero estaría arribando a Buenos Aires el próximo 21 y allí se juntaría con los cuatro apoderados de las familias para terminar de definir la compra. Trascendió que el directorio quedaría conformado, luego de la asamblea de accionistas, por cinco personas: dos por el lado de los ex Moño (Osvaldo Grisanti y Germán Enríquez) y tres por el lado del Grupo Orsero (Antonio y dos ejecutivos que tiene en el país). Se supo también que se mantendrá al frente de la empresa, hasta noviembre de este año, Osvaldo Grisanti como gerente general y que los directores salientes tendrán una importante indemnización por cobrar. El temor que todavía persiste es la interna que desató la venta de la empresa, donde muchos de los accionistas quedaron heridos.

 



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