"Todos los partidos son muy peleados y este no fue la excepción. Tuvimos la pelota, pero nos faltó contundencia. Sabíamos que con paciencia y sin desesperación se nos

iba a dar", declaró el volante, que ya no recuerda su dolencia en el aductor, que tanto le costó superar. "Año nuevo y sin lesiones...", fue el augurio de Santos.

El héroe de la tarde fue el pibe Liguori, quien ya en vestuarios le costaba asimilar la importancia que significó su gol. "Ahora más tranquilo, lo estoy disfrutando más. En la cancha estaba muy emocionado...", reconoció el juvenil, quien aseguró que en la definición "elegí el palo antes de pegarle. Intenté engañar al arquero cuando rematé y por suerte la pelota entró", agregó Liguori.

"Tocamos pero no tuvimos profundidad. Una deuda que tenemos desde año pasado", reconoció el "Titi" Villanueva, que sin embargo rescató "el arranque del equipo con una victoria, que siempre es importante".