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¿La última oportunidad?

Coria y Gaudio, casi olvidados, vuelven a jugar en Viña del Mar.

Hace casi cuatro años, en Roland Garros, fueron protagonistas de uno de los momentos cumbres del tenis argentino. Ahora, Gastón Gaudio y Guillermo Coria buscan en Viña del Mar una nueva oportunidad en un deporte que casi los olvidó. ¿Será la última?

"Estoy contento de volver donde gané mi primer ATP en el 2001", comentó Coria, aunque también reconoció que su regreso será "muy duro".

Ex número 3 del mundo, a los 26 años, enfrentará en Chile su primer desafío profesional desde el US Open del 2006, donde abandonó en el debut.

Desde entonces, una montaña rusa de lesiones, litigios y problemas psicológicos de difícil explicación hundieron al "Mago" en un pozo oscuro.

La campaña de Coria, como su personalidad, está llena de aristas. Gran promesa del tenis, su trayectoria se vio truncada por un involuntario positivo por doping que le costó una depresión y una sanción.

Volvió rehabilitado y escaló en el ranking hasta disputar en el 2004 una de las finales de Roland Garros más emocionantes que se recuerda.

Desde ese momento, todo fue cuesta abajo. Saltó de entrenador a entrenador sin encontrar nunca la estabilidad. Sufrió lesiones, perdió la confianza en su saque y se perdió en la clasificación de la ATP hasta desaparecer.

Hoy, pocos confían en que Coria consiga recuperar el nivel del jugador que fue.

Coria, quien debutará ante el uruguayo Pablo Cuevas en Viña del Mar, apenas dio muestras de recuperación y sus resultados fueron muy discretos en los pocos challenger en los que jugó.

Hace apenas unas semanas, ni siquiera se presentó al challenger de Miami, donde se le esperaba junto a Gaudio.

El campeón de Roland Garros del 2004 sí estuvo en Mia-mi, pero su presencia fue casi testimonial. Perdió en primera ronda y ahondó su crisis.

Enterrado en el puesto 176 del ranking ATP, a los 29 años volvió a insinuar que sus días en el tenis están contados.

"Mi nivel de juego es un desastre", aseguró el tenista, quien advirtió que podría retirarse luego en Buenos Aires.

Sus declaraciones no son nuevas. Conocido por sus "vaivenes anímicos", frases como "Me dan ganas de dejar el tenis" o "Ya no estoy para jugar en este nivel", fueron habituales durante 2007, en julio jugó su último partido de ATP.

Gaudio parece devorado por su propio personaje. Inteligente, de inglés fluido y respuestas a veces chispeantes, le tomó el gusto a ser el antihéroe, a dotar su figura de un aura de simpático fracaso.

Pero nadie que haya alzado un trofeo de Grand Slam es un fracasado. Por eso, hay que tomar en serio su advertencia. "Ojo, si yo la paso como me gusta pasarla dentro de la cancha, me divierto y juego bien, puede ser que siga". El español Santiago Ventura será quien mida su capacidad de diversión en Viña del Mar.



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