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Gran triunfo en el inicio del torneo de verano en el coliseo neuquino.
La inauguración del clásico certamen de verano no tuvo la tremenda convocatoria de otras veces, como tampoco la cantidad de pilotos esperada, aunque como siempre el espectáculo fue muy bueno.
Todo empezó frío y no por la temperatura. Demoró más de la cuenta la inscripción de los pilotos y el comienzo de los ensayos. Recién cuando las luces del coliseo neuquino se encendieron, el espectáculo se pareció al de los otros años.
El circuito tuvo un buen dibujo, lo que también ayudó para que el espectáculo fuera muy entretenido. También el Motocross Club Neuquén después dio muestra de su organización, encerrando toda la programación las 10 pruebas entre mangas y finales en poco más de dos horas.
El plato fuerte estuvo reservado a las categorías seniors y juniors, que compartieron la pista aunque con clasificación por separado, lo mismo que masters A y B.
Fanello no la tuvo fácil en ninguna de las dos largadas. El puntano Martín Duplecis lo obligó a exigirse más de lo pensado. El neuquino se llevó la manga clasificatoria y la final, demostrando que tiene todas las intenciones de terminar con el reinado del bicampeón Esteban López Jové, quien antenoche estuvo lejos de su mejor nivel y quedó cuarto.
La sorpresa fue Emiliano Zapata, tercero en gran trabajo, mientras que Santiago Montero hizo una gran manga clasificatoria, pero una caída en la final le hizo perder muchas posiciones, finalizando séptimo.
En juniors prevaleció Mariano Rodríguez, quien relegó a Germán Pérez, otro de los que anduvo fuerte en "La Barda".
Memorable fue la final de masters A, donde Jorge Ochoa le ganó con lo justo a Gustavo Caballero, si bien en el comienzo había edificado una gran diferencia.
Caballero fue de menor a mayor y por unos metros hasta llegó a liderar la prueba, aunque Ochoa entregó el resto y ganó.
No menos emotiva fue la final de la categoría promo-enduristas, donde se quedó una impecable victoria Lucas Roy, después de aguantar con oficio al campeón Javier Sánchez, quien lo exigió a fondo en la parte decisiva.