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La ganaderķa profundiza su crisis

Los últimos datos oficiales detallan que en noviembre la faena vacuna totalizó las 1.396.110 cabezas y marcó un nuevo máximo para la serie mensual que se inicia en 1990 (superando así el record de agosto pasado).

Así lo destaca un reciente informe elaborado por la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA) en el que se destaca que, en términos mensuales, la faena creció 2,1% y en términos interanuales alcanzó el 10,4%.

Con estos valores, en los primeros once meses del 2007 la faena total alcanzó un nivel de 13,58 millones de cabezas, lo que significó un aumento cercano al 11% con respecto al mismo período del 2006.

Mirando por arriba las estadísticas macro aportadas en

el informe, se podría adelantar que la ganadería está en un proceso de clara expansión. Sin embargo, al desmenuzar los datos, todo muestra que la actividad está en un proceso de retracción difícil de revertir.

El ganadero se está pasando en forma progresiva a los cereales y la liquidación de vientres es la señal de este cambio. En el 2007 el 100% del crecimiento de la faena estuvo dado por la matanza de hembras.

Las causas de este abandono: la intervención del Estado en el mercado de la carne que termina de quitar los pocos estímulos que tenía el productor para mantener su hacienda en el campo.

Las señales del sector han sido claras. Los reclamos, justificados técnicamente. Sin embargo, desde el gobierno nacional se hizo oídos sordos a estas demandas de la actividad ganadera y los hechos están a la vista.

A partir del 2010 estarán

dadas las condiciones para que la Argentina comience a importar carne de Brasil. Sí, ha leído bien. El principal referente mundial durante más de un siglo pasará a ser en los próximos años un jugador de segundo nivel en el concierto del comercio internacional de carnes. Obviamente, todavía se está a tiempo de revertir esta tendencia.

Como ya se informó en anteriores estudios de CICCRA, hasta mitad de año el crecimiento interanual de la faena había respondido al impacto de la suspensión transitoria de las exportaciones durante abril-mayo del 2006.

En cambio, en julio y agosto del 2007 se reflejó la incidencia de la sequía registrada en diferentes regiones productivas, la que forzó la venta anticipada de hacienda.

En setiembre la venta de hacienda fue menor, producto de las abundantes lluvias que impidieron durante más de diez días el normal desplazamiento de los animales enviados a faena, en tanto que en octubre y noviembre quedó normalizada la situación con los masivos envíos registrados.

Pero es importante resaltar que el crecimiento de la faena estuvo explicado totalmente por la mayor faena de hembras. En particular, en noviembre esta situación se profundizó, marcó el segundo guarismo más alto del año (48,9%) y el período de liquidación de vientres pasó a acumular catorce meses ininterrumpidos (ver infograma adjunto).

El estudio destaca en este sentido que en los primeros once meses del 2007 las hembras mantuvieron una participación de 47,2% sobre la faena total, estableciéndose como el guarismo más alto para el período considerado desde 1990 hasta la actualidad. Es importante resaltar que la fase de liquidación del ciclo 1996-1998 fue desplazada al segundo lugar, con una participación de las hembras de 46,1% en el total faenado.

Al considerarse los valores absolutos, continúa detallando el informe de CICCRA,

en enero-noviembre del 2007 se faenaron 6,42 millones de hembras.

Esto significa que se sacrificaron 1,376 millones de cabezas más que en igual período del 2006, contribuyendo a explicar 106,1% del crecimiento de la faena total entre los períodos analizados. La contrapartida fue una reducción de la faena de machos en 78.349 cabezas (-6,1%).

Las mayores expansiones se observaron en terneras (por reducción del peso mínimo de faena, ya que también creció la faena de terneros) y en vacas (por la suspensión de las exportaciones durante abril-mayo del año pasado): 106,9% y 16,2%, respectivamente.

 

PRODUCCIÓN

 

En noviembre la producción de carne vacuna alcanzó un total de 299.000 toneladas de res con hueso (r/c/h), resultando 4% superior a la de octubre y 6,5% mayor a la de noviembre del 2006.

Como se puede observar, la producción creció a menor velocidad que la faena, porque se sacrificaron animales más jóvenes y, por lo tanto, de menor peso promedio.

Esto, detalla CICCRA, se debió principalmente a la mayor participación de los terneros en la faena total. En términos interanuales, en noviembre el peso promedio del animal faenado cayó 3,6%, hasta ubicarse en 214 kilogramos en gancho.

Cuando se toma el acumulado de los primeros once meses del año, la producción llegó a 2,935 millones de toneladas de res con hueso.

La caída del peso promedio (216,1 kilogramos en gancho, -5,1%) fue compensada por el aumento de la faena (10,4%), de forma que la producción creció 4,8% (134.927 tn r/c/h).

 



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