>
EN ROCA, UNA VIVIENDA SIMPLE Y FUNCIONAL
En EL ALTO VALLE, la arquitecta porteÑa Ana Malamud proyectÓ y diseÑÓ una vivienda ideal para una persona sola
o una pareja joven que
deja abiertas las posibilidades
de agrandar
LA casa y LA familia.

La casa no tiene más ni menos que lo necesario y eso la hace funcional y práctica. Su forma podría definirse como un rectángulo con un entrepiso balconeado donde se dispuso el dormitorio. Pero a la vez, está regada con detalles originales que le aportan estilo y personalidad. Un diseño simple, cómodo, ideal para primera vivienda de soltero o de joven pareja.
”La idea era hacer una casa buena, sólida pero con el menor presupuesto posible”, sintetiza su propietaria. Es por esto que se buscó la utilización de algunos materiales que bajaran el costo de construcción. “El piso del entrepiso que parece de madera es de paneles de fenólico y los escalones de la escalera, de placa de carpintero”, explica la dueña.
Las peticiones de la propietaria a la hora de idear el proyecto fueron específicas: “Una vivienda con un dormitorio, un baño, un estar comedor, cocina y lavadero- sintetiza Malamud y continúa-. La cocina debía estar integrada al estar y tener vistas generosas al exterior. Debía además tener un espacio guardacoche y estar construida cerca de la línea municipal para dejar el terreno libre hacia los fondos de la parcela. Los muros debían tener terminaciones de ladrillo a la vista en el interior y las carpinterías serían de madera y/o hierro y en lo posible provenir de demolición para poder tener dimensiones amplias a costos menores de los de obra nueva. Por razones económicas la vivienda debería ser construida en dos etapas”.
Pero, la dueña agrega que también planteó otras dos solicitudes. Una de ellas fue la necesidad de paredes libres en las que se pudieran poner bibliotecas para albergar a los libros, una de sus pasiones. En segundo lugar, era importante que la habitación estuviera de alguna forma separada del resto de la casa.
”Se optó por diseñar una vivienda en la que el dormitorio, el lavadero y la antecámara de acceso quedaran para la segunda etapa -continúa Malamud-. La primera etapa debía ser lo más compacta posible para minimizar los costos de mano de obra y permitir una construcción rápida y que requiriera una dirección de obra sin muchas complicaciones ya que el proyecto se realizaba en Buenos Aires y se podría complicar el envío de la documentación para la construcción. La vivienda entonces estaría contenida en un prisma rectangular con su lado más largo recostado sobre el eje medianero sur y la cocina y el estar orientando al norte incluyendo el acceso principal”.
Finalmente, el crecimiento de la vivienda para una la segunda etapa, en la que se agregaría un dormitorio y un lavadero, se haría en dirección de los fondos del terreno y en el caso de que en un futuro se quisieran agregar más dormitorios y baños estos podrían seguir creciendo en la misma dirección. Es por esto que, aunque todas las paredes son de 30 centímetros se dejó una, al final del pasillo, de sólo 15 centímetros.
La arquitecta explica que para crear un espacio independiente de dormir “en la primera etapa se decidió proyectar un entrepiso de montaje en seco que, de esa manera, no demoraría la construcción de la cáscara exterior, construyéndose una vez terminada la misma. Concluída la segunda etapa, este entrepiso podría funcionar como lugar de trabajo”.
”El sistema constructivo elegido fue de muro portante de ladrillo común con cubierta de chapa galvanizada ondulada con el correspondiente aislamiento térmico y cielos rasos de placas de yeso tipo durlock o similar”, especifica la profesional.
Para esas altas paredes de la casa, que tienen nueve metros, se debían buscar aberturas importantes sin olvidar la decisión de que éstas fueran de madera. Fue así que la arquitecta convocó a Alejandra Mercado quien compró y restauró las imponentes ventanas.Las celosías, también compradas en un mercado de pulgas, fueron restauradas y adaptadas por Carmelo Scala quien también se ocupó de la creación y confección de las rejas, originales por ser horizontales en vez de verticales.
En el piso, de cemento alisado, se marcó un corte con un diseño de la arquitecta roquense Adriana Hiperdinguer. Antiguas baldosas y hierro, ponen un touch tanto en el piso de la cocina como en el del living. Los muebles antiguos, herencia de familia, completan el clima de una vivienda cálida y práctica.

 

FICHA TÉCNICA

• Proyecto y diseño: Arq. Ana Malamud
• Dirección de obra: Arq. Adriana Hipperdinger
• Restauración: Alejandra Mercado
• Construcción:  Juan Huenchual

La ropa de cama es de : Blanco espacio
Don Bosco 1579 Roca
Blancoespacio@gmail.com



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí