Luego de presentarse en un concurso a nivel nacional, donde consiguió el primer puesto, y viajar a Amsterdam a enfrentarse con representantes de otros seis países, a firma de muebles artesanales “El Catango” consiguió el segundo puesto en el BiD Challenge International Finalist Week, un concurso de planes de negocios organizado por la fundación Bussiness in Development. Este fue el moño rojo que selló una tarea que comenzó como un cambio de vida. Cansado de la vida en la “gran ciudad”, Patricio Machado decidió dejar atrás Buenos Aires e instalarse en San Martín de los Andes. Allí pudo comenzar a realizar uno de sus más fervientes sueños, un proyecto a partir de sus propios diseños. Así nacieron los muebles de “El Catango”, de madera de Lenga y con identidad patagónica. De este modo, Patricio combinó la madera típica de la región con diseños contemporáneos que pueden trasladarse fácilmente lo que además permite su venta en distintos lugares de Argentina y del mundo. “Utilizamos madera maciza de Lenga, trabajada artesanalmente para obtener productos de primera calidad -explica la página web del emprendimiento y continúa-, diseñamos buscando el balance perfecto entre la estética contemporánea, proporcionada, simple y funcional con el lenguaje de la madera de Lenga, rica en colores, en expresivas vetas. Repensamos el sentido rústico de lo Patagónico, secciones robustas, encastres, líneas rectas y la madera como protagonista”. En octubre del año pasado, “El Catango” se presentó como emprendimiento en la edición nacional del concurso BID Challenge donde resultó ganador entre 166 proyectos de todo el país, compitiendo contra proyectos de la mas diversa índole, biotecnología, agricultura, ciencia, manufactura, etc. Luego, fue el viaje a Holanda y la competencia del plan de negocios con emprendimientos de Tanzania, India, Filipinas, Colombia, Perú y Kenia.”De los 14 participantes -cuenta Patricio-, hubo dos premios el 1º de 15.000 euros, que fue otorgado a uno de los representantes de Kenia, quien gano por un proyecto de envasado y distribución de leche; y el segundo, el mío, con el que me hice acreedor de un premio de 5.000 euros. El jurado evaluó la idea del negocio, el plan de implementación, el impacto en el desarrollo local y el emprendedor. Este dinero debe ser destinado por contrato a una inversión en el proyecto que estés llevando adelante”. Patricio explica que en el mismo concurso, Diego Maza, el otro representante argentino, recibió una mención especial por la proyección de su proyecto de diseños industriales para la apicultura. ”Aparte del premio, durante toda la semana estuvimos reuniones con potenciales inversores y compradores de Europa, todo organizado por la misma fundación. Paralelamente, se realizó una competencia donde los concursantes participaban directamente por un premio internacional, sin pasar previamente por la selección de sus paises, era especialmente para los países que no contaban con los concursos a nivel nacional. Fue una experiencia enormemente enriquecedora desde lo personal y lo profesional. Para ‘El Catango’ es un reconocimiento enorme que nos compromete a seguir por el camino que hemos diseñado”, concluye.
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