El Nº1 del mundo arrancará su participación hoy cuando se enfrente al argentino Diego Hartfield.

Ese será el primer escalón en busca de sumar su tercera corona consecutiva en el Rod Laver Arena de Melbourne.

Tras el descanso de diciembre y una semanas de baja por enfermedad, Roger advirtió que "físicamente estoy bien ahora, no hay preocupaciones. Me considero al 100%. En Australia siempre es difícil porque no tienes partidos acumulados, pero estoy acostumbrado a eso, a no jugar de cuatro a seis semanas antes de venir aquí y jugar en un gran torneo".

Sobre la nueva superficie comentó que "el verde era, desde mi punto de vista, demasiado verde. Especialmente cuando se encienden las luces. Era un lugar muy extraño para jugar, en especial en la sesión nocturna, así que realmente prefiero el azul sobre el verde".

Federer, quien ha ha ganado 8 de los últimos 10 que ha disputado y lleva sin jugar un partido de alta competición desde hace casi dos meses, agregó que "sé de las dificultades de la primera ronda. Nunca son fáciles, no importa cómo llegues, con mucha confianza o poca".