Es uno de los materiales más usados en la construcción. Y en gran medida su buen aspecto y durabilidad dependen habitualmente de factores como la exposición que tenga frente a la acción de los factores climáticos (si se la usa exteriormente), al ataque de organismos extraños, y del tipo de protección elegida para su conservación. Desde barnices marinos sin o con doble filtro solar hasta lasures, lacas y selladores, se encuentran dentro de los productos que en la actualidad el mercado ofrece para el mejor tratamiento y protección de la madera, tanto sea colocada en el exterior como en el interior de una casa. Como habitualmente ocurre, y dependiendo de las diferentes fábricas, la variedad de productos se diferencia en cuanto a las prestaciones que brinda, y su elección debe estar en directa relación con el estado y la ubicación de la superficie a tratar. Por ello es de suma importancia consultar con los especialistas y evaluar la selección del material de terminación más adecuado. Esto no representa un dato menor si se tiene en cuenta que por efectos de los cambios de temperatura y humedad tanto exterior como interior, la madera sufre movimientos de dilatación y contracción, que en definitiva no hacen otra cosa que exigir al límite el material que la protege, provocando en determinado tipos de barnices la fisuración de estos productos. Frente a ello la madera queda expuesta al ataque de microorganismos que la afectan y aceleran su proceso de degradación. Por estos motivos además, se debe considerar que no sólo hay que “resguardar” las partes que se ven de una abertura, cielo raso o revestimiento de machimbre. Además del tratamiento externo que se le brinda a una abertura de madera que se coloca en una pared exterior, también se debe pensar en algo que no siempre se hace: la protección de las partes que se empotran en la pared o que simplemente apoyan en ella. Se trata de los marcos de madera para los cuales también hay materiales más aconsejables que otros, para las caras que se encuentren en contacto con la pared y que resultan de acceso imposible luego de la colocación de la abertura. El mismo tratamiento se debería realizar en las tablas de machimbre utilizadas para las estructuras de madera que tanto se usan en nuestra zona. Se aconseja en general proteger de la misma manera la cara que no queda a la vista, con el fin de lograr una vida útil más prolongada. EVITAR LAS PELÍCULAS Las maderas con alto contenido de resinas no se deberían pintar con colores oscuros, ya sea con películas cubrientes o transparentes (barnices entonados), porque elevan la temperatura del sustrato entre 70 y 75 grados, facilitando la exudación de las resinas y el desmejoramiento del film protector. Los colores claros aseguran una mayor duración de las pinturas o barnices. Se recomienda el blanco o colores pasteles, porque absorben menor cantidad de radiaciones que los tonos oscuros y transmiten menos temperatura al sustrato. Para tratar las maderas duras se recomienda seleccionar un sistema de protección en base de productos de impregnación. Este tipo de superficie ofrece una mala adherencia para las pinturas formadoras de película. MADERA VIRGEN En maderas nuevas hay que lijar en el sentido de las vetas, eliminar el polvillo y dejar secar. Luego, aplicar la primera mano de barniz diluido con dos partes de barniz y una de aguarrás. Dejar secar y aplicar dos manos de barniz como terminación. Un dato interesante en maderas que ya fueron barnizadas previamente se refiere a que en este caso hay que lijar suavemente la superficie pintada pero sólo hasta eliminar el brillo de la capa anterior para lograr una base que permita una mejor adherencia del nuevo material. Siempre después de un lijado aconsejan repasar la superficie con un trapo humedecido en aguarrás. EXTERNAMENTE Los especialistas y fabricantes aconsejan que en el momento de pensar en el tipo de pinturas que se van a usar para aberturas expuestas a los agentes climáticos se diferencien las variantes entre los tramos de un marco que quedarán dentro de una pared y la hoja de la misma abertura, por ejemplo. En el primer caso son más recomendables los productos del tipo cubrientes como los poliuretánicos, esmaltes sintéticos o acrílicos al agua, ya que tienen una mejor duración conservando en el tiempo sus propiedades. En tanto que para las superficies “externas” de la misma abertura se pueden usar aquellos que se puedan renovar con cierta periodicidad. QUÉ SON LOS LASURES Los productos de la línea lasur son impregnantes para madera en exteriores o interiores de acción múltiple. A la intemperie, superan la performance de los barnices y lacas marinas. Por otra parte realzan la textura manteniendo el aspecto natural de la madera, protegiéndola del sol (filtro solar), lluvia, humedad, hongos, bacterias e insectos. Son impregnantes porque penetran totalmente, sin dejar capas que salten o se cuarteen con el tiempo. Además por lo general son de acción hidrófoba debido a que por su modificación con compuestos de poliestireno, repelen la lluvia. No obstante, por su naturaleza microporosa, permiten que la madera respire y elimine la humedad interna, evitando hinchamientos, contracciones y alabeos. También tienen la característica de su acción preventiva y curadora, ya que sus componentes químicos protegen la madera del ataque de hongos, moho, larvas, insectos y polillas, hasta en maderas ya atacadas. Los lasures en general no precisan de otros acabados, pero en el caso de desearse, pueden aplicarse otros revestimientos decorativos a base de aguarrás, de acuerdo a lo aconsejado por cada fabricante. Si se utilizan sólo como impregnantes (sin formación de película), también pueden aplicarse posteriormente recubrimientos a base de thinner. También hay una línea de lasures con base acuosa que reúne todas las propiedades de los tradicionales: impregna, forma un microfilm microporoso que repele el agua exterior y permite eliminar la humedad interna. Además colorea la madera sin tapar la veta con pigmentos y colorantes de alta resistencia a la luz, formando una sustancia totalmente estable frente a los movimientos de contracción y dilatación producidos por las variaciones de temperatura. Además de todas estas propiedades, esta nueva generación de lasures incorpora un menor tiempo de secado y fundamentalmente, el agua como solvente para contribuir al cuidado de las personas y el medio ambiente. Son los que comercialmente se denominan “lasures ecológicos”. BÁSICAMENTE Un sellador nitroceluloso sirve para sellar vetas y poros evitando el deterioro provocado por la humedad. Es eficaz como base o imprimación a la vez que permite la aplicación posterior de lacas, barnices o pinturas, manteniendo el color y las dimensiones propias de cada madera. Para permitir la total penetración los fabricantes aconsejan que la madera esté limpia de cualquier producto anterior, y completamente seca. Por su parte el barniz marino con doble filtro solar es un producto que tiene en su fórmula agentes antioxidantes (HALS) y resina alquídica a base de pentaeritritol, que le brinda mayor protección a la madera contra la agresión de las radiaciones ultravioletas, asegurando el mantenimiento del brillo original de la película y el color natural de la madera, y evitando su decoloración y deterioro.
|