Materias primas de los joyeros, el oro y las piedras preciosas son cada vez más utilizados por las marcas de cosméticos para la fabricación de cremas para mejorar la juventud y potenciar el brillo de la piel, unos supuestos efectos de los que dudan algunos especialistas. Una crema de diamante anuncia sus virtudes "anti-edad", otras de rubíes o de zafiros prometen estimular la "síntesis del colágeno", mientras que un ungüento "con nano-partículas de oro" se proclama "revitalizante". "Cada vez hay más marcas que desarrollan fórmulas con piedras preciosas", constata un portavoz de la cadena de distribución de productos Séphora. La idea no es nueva, dijo Annick Le Guérer, autor de una historia del perfume: "Ya en el Egipto faraónico, el ungüento de mineral divino, un producto regenerador, contenía sustancias aromáticas, oro, plata, turquesas, y lapislázuli". La marca Chantecaille comercializa desde principios de diciembre una "crema energizante de nano-partículas de oro" en un tarro de 50 ml a un precio de 365 euros. Su publicidad alaba "los beneficios antioxidantes y anti-edad naturales del oro puro", así como los "anti-inflamatorios, antibacterianos y desintoxicadores que estimulan la circulación de la sangre". Chrystelle Lannoy, antigua responsable de marketing de Clarins, apasionada de las piedras preciosas, creó Gemology, una marca de cosméticos especializada en las cremas a las gemas, en venta desde principios de año. "En nuestra gama de productos usamos dieciséis piedras preciosas y semi-preciosas", explicó Lannoy. Hicieron falta "tres años para lograr extraer lo que nos interesaba para la piel: los oligoelementos", agregó. Según la marca, el rubí, ingrediente de una crema para pieles mixtas, o el zafiro, usado en una crema para pieles sensibles, contiene hierro, que favorece la "síntesis del colágeno". El joyero Bulgari también acaba de desarrollar una línea de cosméticos con la colaboración de Jean Paul Marty, profesor de dermofarmacología en la Universidad París XI. Marty "ha patentado una fórmula que se llama la 'esencia de gema'" que integra tres piedras "la amatista, la citrina y el topacio", precisó Daphné de Sainte Marie, portavoz de Bulgari France. El joyero afirma haber creado un "principio activo revolucionario que explota científicamente las propiedades naturales de las piedras preciosas para que transmitan su esplendor a la piel". Sin embargo, el gemólogo Benjamin Rondeau, profesor e investigador de la Universidad de Nantes (noroeste de Francia), se mostró escéptico sobre este asunto. "No he visto ningún estudio médico o farmacéutico que afirme que el empleo de piedras preciosas pueda tener ningún efecto" beneficioso sobre la piel, explicó. "Usamos palabras científicas para parecer sabios y decimos cualquier tontería mediante un discurso publicitario". Por su parte, Le Guerer recordó que el uso de piedras preciosas en productos cosméticos ya fue abandonado "en los siglos XVII, XVIII, XIX e incluso XX". Si ahora reaparece es "porque las marcas tienen problemas para vender sus productos". (AFP)
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