El juego temporal del principio viene al caso, porque los criollos corrieron en desventaja.

Iwan lo sabía. Por eso el rostro le quedaba chico para albergar tamaña sonrisa. El rionegrino, junto a Horacio Sicilia, Maximiliano Martínez y Diego López, ganó el oro (también sería bronce) en Río de Janeiro, un logro que tuvo tintes heróicos por las condiciones en las que se gestó.

Aquel 18 de julio, un eufórico Iwan le decía cosas como estas a "Río Negro". "Es el sueño que tenía desde pibe y se me dio, pero este camino recién arranca y ahora hay que ver si se nos puede dar lo de los Juegos Olímpicos". "La embarcación llegó a la madrugada, nuestro entrenador pasó la noche en los galpones esperándola y luego, haciendo la puesta a punto para que todo quede ok. Nosotros vinimos a las 5 de la mañana a remar y por suerte el bote estaba perfecto. Creo que las dos fueron ajustadas (la regata y el arribo de la embarcación)".

El cuarteto logró un tiempo de 6m11s59/100, contra 6.11.56 de Estados Unidos. Los muchachos no se dieron cuenta que habían ganado hasta que giraron la embarcación y vieron el índice de Claudio Morresi, el titular de Deporte de la Nación, apuntando al cielo.

El remero lacustre ya había ganado una medalla de oro en los últimos juegos Odesur, una alegría que no se compara con la de Río.

Las imágenes lo invadieron, las caras familiares, el esfuerzo diario con sus compañeros, la bronca por ser "maltratados" en las tierras de la samba, el fútbol y la caipirinha.

Iwan, que reside desde hace algunos años en Mendoza, fue uno de los regionales que estuvo ternado para los premios Olimpia, que en remo se llevó Santiago Fernández (single scull). El objetivo de Iwan-Sicilia-Martínez-López es conseguir un pasaporte a los Juegos Olímpicos de Beijing. Tuvieron una oportunidad hace poco, pero se quedaron con las ganas en el Mundial de Munich.

Ahora irán por la revancha en el preolímpico de Lucerna, Suiza, que se realizará a mediados de 2008.

Otra prueba de fuego para un grupo de remeros que sólo entiende una fórmula para triunfar, y es hacerlo a pulmón. Si lo logran, Iwan tendrá el privilegio que alguna vez les tocó a los hermanos Javier y Miguel Correa y al nadador Gastón Rodríguez, entre otros. En Bariloche ya lo nombraron embajador deportivo del año.