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Embajadora y \"amiga\" | ||
Briceño alegró a todo Neuquén el 20 de julio. Fue bronce en Río de Janeiro. |
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En el cronograma de esa jornada, el 20 de julio, resaltaba nombres como los de Georgina Bardach y José Meolans. La delegación argentina padecía todo tipo de contratiempos y desde Río de Janeiro se escuchaban pocas novedades positivas. Entonces llegó "uno de los mejores días" de Lorena Briceño. Inesperadamente la yudoca neuquina fue la noticia más destacada de ese Día del Amigo. En el pabellón 4 del Riocentro, cientos de personas presenciaron su emoción, cuando levantó victoriosa el brazo izquierdo, el mismo brazo que tiene "tatuado" una impresionante cicatriz producto de la operación de muñeca que la marginó de los Panamericanos de Santa Domingo '03. Era tiempo de recuperación, de volver a los primeros planos. A los 28, Lorena obtenía el segundo bronce en Panamericanos (el primero fue en Winnipeg '99, en hasta 70 kilos) y otra vez se ilusionaba con estar en Beijing 2008, sus primeros Juegos Olímpicos. La presea en hasta 78 kilos llegó al derrotar a la norteamericana Marina Lambert. El día "inolvidable" comenzó con una buena victoria contra la colombiana Anny Cortez, a quien ya había echo morder la lona en los Odesur de Baires. Luego, en semis, cayó frente a la brasileña Edinanci Silva, que repitió el oro de Santo Domingo. La revancha de Briceño llegaría más tarde, al vencer a Lambert con un ippon (máxima puntuación) y subirse al podio. Esa sería la única satisfacción criolla en yudo. La neuquina comenzó a luchar de muy chica, cuando su madre la acompañaba hasta un centro de deportes capitalino y ella, finalmente, después de recorrer varias disciplinas, se inclinó por lo que sería uno de sus grandes amores en 17 años. En aquel tiempo no imaginaba que ganaría todo tipo de premios, que sería una de las mejores deportistas de la región y menos que se transformaría en ciudadana ilustre de la capital neuquina. Una distinción que recibió en el Concejo Deliberante el 2 de agosto, algunos días después de brillar con luz propia en Río de Janeiro. ¿Y ahora? El objetivo es que Beijing sea el broche de una carrera elogiable. |
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