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Una Nación rica con estados más pobres | ||
El proceso de menoscabo sobre las cuentas fiscales provinciales no es mérito exclusivo de Río Negro. Comenzó en todos los estados del interior en el 2006 y continuó, de manera aún más intensa, a lo largo del 2007. Así lo refleja el estudio de Delphos Investment, en el que se detalla que la imagen percudida del superávit financiero a nivel nacional se refleja de manera más dramática en los resultados de cada provincia como consecuencia casi ineludible de una serie de factores de diferente índole. En primera instancia, tal como sucedió el año anterior, una buena cantidad de los recursos nacionales provino de impuestos no coparticipables (comercio exterior, débitos y créditos, seguridad social, etcétera). Esta divergencia entre los recursos nacionales y los provinciales se muestra notablemente exagerada si se considera que una porción no despreciable del superávit nacional del 2007 fue sostenida por las transferencias "de una vez" originadas en el traspaso de las cuentas de jubilación privada al sistema de reparto, generando una ampliación adicional de la "brecha nación-provincias". En términos agregados, el resultado primario de las provincias mostraría una reversión de signo, alcanzando un déficit primario cercano a los 250 millones de pesos, el cual implicaría un resultado financiero negativo de unos 3.000 millones de pesos, ilustrando la notable diferencia entre el desempeño provincial y el nacional. En este punto, queda por analizar la sostenibilidad de esta situación en función de las posibles acciones que puedan llevarse a cabo desde el gobierno nacional para reequilibrar las cuentas fiscales. La Nación encontró la fórmula para sostener su caja con superávit a través de las políticas extractivas generadas por las retenciones a las exportaciones. Ahora bien, ¿cuál es el impacto de estas medidas sobre el consolidado de las provincias? En términos generales, las respuestas no son alentadoras. En principio, los aumentos en las retenciones no tienen impacto positivo directo sobre la recaudación provincial ni sobre el monto de recursos obtenidos directamente a través de la coparticipación; es más, en muchos casos generan resultados negativos sobre los ingresos de las provincias, como es el caso del petróleo. El aumento de las últimas retenciones a los hidrocarburos generó un impacto positivo en las cuentas nacionales, a partir del 2008, del orden de los 2.900 millones de pesos. Para las provincias productoras de crudo -entre las que se encuentran Río Negro y Neuquén- la medida determinará una caída de los ingresos por regalías de algo más de 480 millones de pesos. De este modo, las provincias exportadoras de los productos cuyas retenciones aumentaron aportarán una cantidad de recursos mayor al fondo nacional, recibiendo, a priori, menos fondos que antes. En definitiva, desde el Ejecutivo nacional se insiste en mantener el lema "una Nación rica con provincias pobres". Con este escenario en puerta habrá que esperar un crecimiento en la proporción de recursos no coparticipables, los que funcionarán como una herramienta totalmente discrecional sobre todos aquellos fondos públicos que van desde la Nación hacia los distritos. (J. L.) |
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