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El derecho a la salud

El gobierno de la ciudad de Buenos Aires dispuso hace pocos días que a la hora de concurrir a los hospitales porteños, los travestis, transexuales y transgénero "deben ser identificados por su nombre femenino o el que eligieron por su identidad de género y no con la denominación que figura en los documentos de identidad".

La medida fue bien recibida por las agrupaciones que integran la CHA, que saben que no será fácil de imponer en la práctica.

La mirada está puesta en cómo responderán los médicos, enfermeros y empleados administrativos.

Valeria Paván, coordinadora del área de Salud de la Comunidad Homosexual Argentina, explicó que "muchas veces las travestis que se atienden en los hospitales son maltratadas, mal atendidas o, a veces, ni siquiera atendidas por discriminación tanto de los pacientes como de la institución misma".

Y hay más.

El 9 de noviembre pasado, con motivo del Día Nacional del Donante de Sangre Voluntario quedó en evidencia otra arista de la discriminación, cuando se negaba a homosexuales el derecho a donar.

La CHA y otras organizaciones argentinas propusieron entonces que "ni en el texto de la reglamentación ni en el cuestionario se haga referencia a la orientación sexual de las personas ni tampoco, como alternativa, la sola mención de las prácticas sexuales (por ejemplo sexo anal), porque serían igualmente discriminatorias". Como propuesta alternativa sugirieron que, en el caso de enunciar prácticas sexuales, se especifique cuando se realizan sin las medidas de prevención o sin preservativo. (DPA)



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